Ningún Mundial como el de Brasil 2014 había lucido tan “accesible” para el Tricolor. Varias “bondades” permiten apostar por la presencia casi garantizada de México porque desde que la FIFA otorga tres boletos y medio a CONCACAF, ésta será la primera ocasión en que el Repechaje se jugará contra la Confederación más débil del planeta.
Al final del Hexagonal, para el que este miércoles se definirá el calendario mediante un sorteo, el cuarto lugar enfrentará al ganador de Oceanía, ya no a un equipo de Sudamérica como sucedió para Sudáfrica 2010 ni en un Repechaje de dos fases como para Estados Unidos ‘94.
Eso podría derivar apenas en la segunda participación de CONCACAF con cuatro Selecciones en una Copa del Mundo, lo que sólo ha ocurrido en Alemania 2006 cuando estuvieron México, Estados Unidos, Costa Rica y Trinidad y Tobago.
A excepción de los Mundiales en México ‘70 y ‘86, donde no debió clasificarse porque tuvo su boleto asegurado como equipo sede, el equipo verde tiene enfrente la posibilidad más amplia para llegar “caminando” a una Copa del Mundo.
Desde hace dos ediciones, la FIFA ha entregado tres boletos y medio al Final del Hexagonal. Sin embargo, para Sudáfrica 2010 el Repechaje del cuarto lugar en CONCACAF se definió contra el quinto puesto de la eliminatoria de Conmebol y por ello Costa Rica se quedó sin Mundial porque fue eliminado por Uruguay.
Cuatro años atrás, la Repesca se jugó contra la Confederación Asiática y fue cuando Trinidad y Tobago venció a Bahrein.
Tanto para Corea-Japón 2002 y Francia ‘98 sólo hubo tres boletos directos, sin posibilidad de un cuarto en Repechaje.
El torneo galo significó el estreno de un torneo con 32 Selecciones, ya que desde España ‘82 a Estados Unidos ‘94 se jugaron con 24 equipos.
En esa época, las complicaciones eran mayores porque para la edición estadounidense sólo hubo dos boletos y medio, con un Repechaje en dos fases, primero ante un equipo de Oceanía y luego otro frente a uno de Conmebol. Esa vez, Canadá perdió contra Australia, que luego cayó contra Argentina.
Para Italia ‘90, al cual no fue México por el veto de FIFA a raíz del problema de los “cachirules”, Concacaf sólo dispuso de dos boletos directos, tal como sucedió para el Mundial de 1986 y al de España ‘82, este último sin participación azteca porque los clasificados fueron El Salvador y Honduras.
Entre Suiza ‘54 y Argentina ‘78 los Mundiales se jugaron con 16 Selecciones, todos ellos con sólo un boleto para el mejor de CONCACAF, a excepción de la edición de 1970 cuando se permitió la participación de dos equipos del área.
Las complicaciones de antaño no tienen mejor ejemplo que lo sucedido para el de Alemania ‘74, cuando se disputó un Hexagonal con todos los partidos con sede en Haití, país que finalmente clasificó al Mundial como único representante de CONCACAF.
Antes de Suiza ‘54, los Mundiales se jugaron con un número de entre 13 y 16 Selecciones, que variaban según las condiciones principalmente políticas del planeta, pero siempre con un boleto para CONCACAF, a excepción de Brasil ‘50 en que llegaron México y Estados Unidos.
A las “bondades” de la eliminatoria, hoy el Tri suma el respeto que ha impuesto a partir de que recuperó el mote de “gigante”, condiciones que deben convertir el camino a Brasil en un trámite… quizás complicado, pero trámite al fin.