Un gol de Olivier Giroud en el minuto 94 fue el castigo de Francia a una España que perdió su identidad en la segunda parte de un duelo decisivo para acceder como líder de grupo al Mundial 2014, y bajó a la tierra con un empate 1-1 a una selección que no pinchaba en un partido en una fase de clasificación desde hacía cinco años.
Cuando un duelo intenso moría. En el último suspiro. Un exceso de confianza de Juanfran Torres provocó el empate. En vez de especular, intentó hacerse un auto-pase ante un rival y generó un contragolpe mortal. No fue el único culpable. La bella España del primer acto desapareció en el segundo. Superada por una Francia que cortó la triunfal racha de los partidos de clasificación de La Roja, que ganaba todo desde el 8 de septiembre de 2007. Veinticuatro victorias consecutivas desde un empate en Islandia.
Curiosamente en una selección de bajitos el gol llegó en un saque de esquina. Sergio Ramos, que lo remata todo por alto, estrelló su testarazo en un poste. Cuando se lamentaba y a su cabeza regresaban los goles no conseguidos en las grandes citas con La Roja, un centro de Busquets le permitió chutar con fuerza a la red. Su séptimo gol con España, curiosamente ante Francia, la última selección a la que marcó, en una exhibición en Saint-Denis.
El gol rebajó la intensidad en España. En los minutos de siesta pudo empatar Benzema, pero lo impidió Casillas. Tras aprovechar un espacio y marcharse en carrera de los centrales, chutó cruzado y una mano abajo de Iker evitó el tanto. Poco después sí marcó Jeremy Menez. De cabeza en el segundo palo a pase de Benzema. El árbitro anuló el tanto.
En los último 20 minutos de juego se venía venir el empate y llegó cuando el árbitro estaba a punto de señalar el final. El error de Juanfran acabó con Ribery asistiendo a Giroud, que marcó a placer. El mano a mano por la plaza que da acceso directo al Mundial 2014 se resolverá en París. La última palabra está por decir.