Kyle Shanahan está a un paso de consolidar su trayectoria con la obtención del Super Bowl LIV, y para ello deberá superar con sus 49ers de San Francisco a Jefes de Kansas City este 2 de febrero.
Shanahan afrontará su primer Súper Tazón este domingo como máximo responsable, ahora con un equipo gambusino al que llegó en 2017 con el objetivo de resurgirlo y está a nada de lograr el cometido.
El head coach de San Francisco querrá además tomar revancha personal luego de sufrir una dolorosa derrota como coordinador ofensivo en su paso con los Halcones de Atlanta.
En la edición LI del Super Bowl, Shanahan vio cómo Falcons sufrió la remontada más llamativa en la historia del Súper Domingo, tenía ventaja de 28-3, y acabó por caer 34-28 contra Patriotas de Nueva Inglaterra.
Tras esa dolorosa experiencia, Shanahan fue contratado como entrenador en jefe con San Francisco, su primera experiencia en dicho cargo luego de una trayectoria como asistente en Tampa Bay, Texanos, Redskins, Cleveland y Atlanta.
Kyle Shanahan aumentó las expectativas en esta su tercera campaña con Niners, se consagró en la División Oeste y dominó la Conferencia Nacional con récord de 13-3.
Ahora regresó a 49ers a un Super Bowl, la última vez que los californianos jugaron la disputa por el Vince Lombardi sucedió en 2013, cuando perdieron contra Cuervos de Baltimore.
San Francisco aspira a conquistar su sexto anillo y convertirse en la franquicia más triunfadora junto a Patriotas de Nueva Inglaterra y Acereros de Pittsburgh.
Kyle Shanahan sueña con vivir lo hecho por su padre Mike, quien en la década de los 90 consiguió dos trofeos Vince Lombardi como head coach al frente de los Broncos de Denver. Por lo que la dinastía Shanahan podría hacer historia en la Liga Nacional de Futbol Americano este domingo, aunque Chiefs tendrán la última palabra.