A pesar de tener un cierre decoroso con tres victorias al hilo, Chivas se volvió a quedar en las puertas de la Liguilla por quinto torneo al hilo, situación que jamás había vivido en su historia.
Aunque estuvo muy cerca de conseguir un milagro, el conjunto rojiblanco volvió a fracasar en el intento y se encuentra a nada de igualar las seis temporadas que hilvanó Cruz Azul entre 2014 y 2017.
Desde que fue Campeón en el Clausura 2017, bajo el mando de Matías Almeyda, el chiverío entró en una crisis deportiva que hundió al equipo en la tabla de cociente, acompañado de ciertas dificultades en las finanzas del club tapatío.
Dicha crisis repercutió de inmediato en el rendimiento de un equipo que no había podido conseguir más de 20 puntos en las últimas cuatro temporadas, quedando muy lejos de cualquier posibilidad de Liguilla.
Si bien es cierto que el cierre fue más que digno, Guadalajara tardó mucho en encontrar una filosofía de juego, así como una comunión entre el plantel y el cuerpo técnico como la que se aprecia hoy en día con la llegada de Luis Fernando Tena al banquillo del Rebaño Sagrado.