Si algo impera en la Selección Mexicana que dirige Gerardo Martino es la disciplina, al menos así lo ha dejado claro internamente y por ello habrá dos jugadores que tendrán su ‘jalón de orejas’, con el objetivo que ningún elemento esté por arriba de las reglas en el Tricolor.
Javier Hernández y Miguel Layún no serán llamados en las próximas convocatorias, el motivo es que fueron dos de los que lideraron una indisciplina en la Fecha FIFA de septiembre, cuando tuvieron amistosos ante Estados Unidos y Argentina, en donde asistieron a fiesta en Nueva York luego de la victoria ante el combinado de las ‘Barras y las Estrellas’ que no solo se quedó en restaurante-bar, sino que continuó en el hotel de concentración y eso no fue tolerado por el estratega.
En medio de la reprimenda, se dio a conocer que un trabajador de logística de la FMF tuvo que ser removido de su cargo y esa es una de las razones por las que el ‘Tata’ quiere que tomen su responsabilidad los jugadores involucrados, de los que señala a estos dos como los principales actores intelectuales.
A ambos los dejó fuera de la convocatoria para los primeros encuentros de la Nations League, donde se enfrentaron a Bermudas y Panamá, pero el castigo perdurará lo que resta del año y para la última convocatoria tampoco aparecerán.
En el caso del jugador de Rayados su participación con el Tricolor está en duda en lo que resta del proceso que dirige el ‘Tata’ Martino, ya que ha expresado además de la indisciplina, que no lo considera en su mejor momento futbolístico y con la renovación que ha tenido con los jóvenes, considera que puede prescindir de su llamado en las próximas convocatorias.
Mientras que Chicharito, aunque en la lista que saldrá esta semana para los duelos de la siguiente semana no aparecerá, eventualmente volverá al Tricolor, cuando Martino considere que sea necesario su retorno y que cualquier indisciplina tendrá tolerancia cero en el combinado mexicano.
Todo esto reforzará las reglas del Tricolor, quienes ahora tendrán los ojos puestos en las concentraciones y ya no podrán tener a alguien externo al equipo en las instalaciones, pues lo que quiere Martino es controlar que la opinión pública ponga el tema disciplinario antes que el futbolístico en la Selección Mexicana.