Hasta cuando está enemistado con el gol, Javier Hernández llena la pupila de José Manuel de la Torre.
El Chicharito acumula 391 minutos sin marcar con la Selección Mexicana, su segunda sequía más prolongada (la marca es de 419), pero El Chepo valora el trabajo sucio realizado por uno de sus niños predilectos.
“Ha sido fundamental en sus movimientos, para que otro pueda aprovecharlos”, analiza el director técnico nacional. “Hace algunos meses, hablaban de que éramos Chicharodependientes, ahora de que no mete gol”.
“Aquí no importa quién lo haga o no. El chiste es que funcione bien el equipo y el resultado sea favorable”.
El carismático delantero no estremece las redes contrarias desde el 3 de junio, cuando anotó el penalti que selló la victoria, en el amistoso contra Brasil (2-0).
Pese a que su pólvora está mojada, el Tricolor se las ha ingeniado para ganar, más el entrenador trabaja en opciones para recuperar punch. La más reciente ha sido colocar a Oribe Peralta junto al tapatío, aunque el medallista olímpico no permanece fijo en el área adversaria.
“El Cepillo lo ha hecho muy bien, así lo realizó durante bastante tiempo en Santos, con [Christan] Benítez al frente y él un poco más atrás”, recuerda De la Torre. “Tiene esas condiciones, es muy dúctil”.
“Se complementa muy bien con El Chicharito, [porque] son diferentes. Lo mismo puede ser con Aldo [de Nigris]. En ese aspecto, no tenemos un problema; al contrario, buscamos aprovecharlo al máximo”.
Diagnóstico compartido por Oribe, quien confiesa sentirse “muy a gusto” junto al ariete estrella del representativo mexicano.
“[Frente a Costa Rica] tuvimos varias opciones de gol que no concretamos… Tenemos que trabajar un poquito más”, confiesa. “Tienes que adaptarte lo más rápido posible. Los dos hemos jugado con un par de delanteros y sabemos qué es lo que tenemos que hacer”.