El delantero de Cruz Azul, Pablo Barrera, fue intervenido exitosamente la mañana de este miércoles por el doctor Rafael Ortega, Jefe de los Servicios Médicos de Chivas, quien estuvo acompañado por su homólogo de Cruz Azul, Alfonso Jiménez.
La intervención duró alrededor de una hora, en la cual Ortega reveló que, cuando realizó la artroscopía, encontró una rodilla derecha completamente desgarrada, pero confía en que Pablo Barrera pueda regresar a las canchas en los seis meses presupuestados para su recuperación.
“No había una fibra de ligamento cruzado íntegra, estaba totalmente desgarrado, y por lo tanto se le puso su injerto que él mismo se autodonó y en el momento de la colocación, la rodilla recupera su estabilidad. Estamos muy satisfechos con el Doctor Alfonso Jiménez, que estuvo conmigo en la intervención, estoy completamente seguro de que Pablo estará en el tiempo que se requiere para recuperarse de esta cirugía, que serían seis meses”, relató Ortega, después de la intervención que le realizó al atacante celeste.
Reveló también que tras realizarle ayer las pruebas al jugador -quien presentaba dudas sobre el estado de su rodilla-, el resultado era categórico sobre el estado de su rodilla derecha, que fue la que se le intervino la mañana de hoy.
“Teníamos el antecedente de que había tenido una ruptura previa en la rodilla izquierda, y sabemos que cuando alguien tiene una ruptura de ligamento cruzado, tienes altas posibilidades de que con los años, tengas lesión en la otra rodilla. En ese momento, ante la revisión y la imagen, el diagnóstico era contundente”, dijo.
Este tipo de lesiones tienen un antecedente previo: cuando se lesiona en la otra rodilla, existe siempre la posibilidad de que la otra resulte lesionada, además de presentar otro tipo de antecedentes.
“Las lesiones de ligamento cruzado anterior, tradicionalmente vienen precedidas de un evento más claro, parecía como que el mecanismo no era para que se produjera la ruptura, normalmente estas lesiones se caracterizan por presentar una gran inflamación, la cual se produce por la ruptura del ligamento y genera que sangren las arterias que irrigan a este ligamento y no tuvo esa inflamación”, reconoció, tal y como fue el caso de Barrera, quien aproximadamente hace cuatro años, también se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla izquierda.
Al buscar explicaciones sobre el porqué Barrera no se sentía con esos antecedentes y síntomas, Ortega reveló que el propio jugador se bloqueó mentalmente, al asegurar que, al no tener dichos síntomas, no presentaría la ruptura.
“Quizás Pablo se resistía a esa revisión, no se relajaba totalmente, eso daba la impresión de no estar tan inestable la rodilla, pero cuando logré que se relajara, la prueba daba como positiva, eso nos daba más posibilidades de que el ligamento estuviera roto, y al ver las imágenes de la resonancia, la ruptura era clara y contundente”, concluyó.