Las marchas son forzadas para el Cruz Azul. La Máquina avanza con lentitud, pero firme en sus deseos. No será el equipo más espectacular ni está cerca de serlo, pero por ahora arranca resultados en sus últimos suspiros. Le pasó en San Luis y lo repitió en Puebla, donde a siete minutos del final apareció Mariano Pavone para definir un encuentro 1-0 ante una Franja con 10 hombres desde el minuto 32.
Cruz Azul sigue sin encontrarse sobre el campo, no importan las condiciones o el rival, La Máquina simplemente no halla la manera de crear con constancia y dominar a sus rivales. Si en la defensa puede ser un muro, la ofensiva carece de ideas por amplios lapsos de los partidos. No pasa tanto por la definición y sí por la creación.
No llegaron las complicaciones porque el Puebla tampoco es capaz de crearse algo más que unas escasas opciones de cara al arco rival, en buena medida gracias a quedarse con 10 hombres desde los 32 minutos, tras la expulsión deJesús Chávez, luego de una barrida sin sentido contra Vela que parecía escaparse, pero el defensa lo impidió con fuerza desmedida.
La intención, a partir de entonces, fue jugar al contragolpe para los de la Franja. La opción era encerrarse y buscar sorprender a la Máquina. En dos ocasiones casi lo logra. Primero con Beasley y luego con Romo, ambos insistentes, pero que se toparon con Gutiérrez.
Nada de lo que cosechó la Máquina este domingo hubiera llegado si Yosgart no hubiera aparecido en los momentos más oportunos. El arquero, quien dejaría su lugar ante el regreso de Jesús Corona, si tenía la posibilidad de resguardar su arco como mejor se podía, lo logró esta tarde en Puebla. Más cuando tapó un disparo de Romo al 79, cuando el delantero no tenía marca alguna y todo para doblegar a la Máquina.