Elsa García no pudo contener las lágrimas. A pesar de todos los esfuerzos realizados no logró recuperarse de una lesión y quedó fuera de los Juegos Olímpicos de Londres.
Hiperextensión de tres dedos y luxación del anular de la mano izquierda, durante el entrenamiento del sábado, fue el término que se utilizo para calificar la lesión. Pero eso era lo de menos. La única gimnasta nacional se retira de Londres.
Todavía el jueves, Elsa sonreía, porque festejaría el cumpleaños de su hermana en Londres y tenía la compañía de sus padres en las tribunas.
El sábado, en el entrenamiento de salto de caballo, tuvo una lesión múltiple en la mano izquierda: hiperextensión de los dedos meñique, medio e índice y una luxación del dedo anular, por lo que ella, con su entrenador Antonio Martínez Barraza y el fisoterapeuta Carlos Villarreal, decidieron presentarse únicamente en los aparatos de piso y viga.
No obstante, quiso dejar su huella en Londres, en la Arena de Gimnasia que la vio calificarse a los Juegos Olímpicos el pasado mes de enero y salió a competir sin pensar en el dolor.
En su rutina de piso la mexicana acumuló 13.733 unidades, para ubicarse en tercer sitio de su división; mientras que en viga sumó 12.400 puntos que la dejó en el séptimo lugar del grupo.
“Con los problemas que llevaba encima, creo que fue una buena actuación. Mi oportunidad real era en el all around pero por la lesión que sufrí ayer no pude competir todos los aparatos y decidí pararme a hacer al menos mi piso y mi viga, porque estos son unos Juegos Olímpicos y tienes que jugártela, pero mi cuerpo no respondía como debería, entonces decidimos omitir esas dos pruebas y concentrarnos en viga y piso.”, comentó Rodríguez-Blancas.
Dijo estar consciente de que en Juegos Olímpicos existen “historias de felicidad, de tristeza, de lucha… y creo que la mía tiene un poquito de todo, no puedo decir que me voy triste, no sé cómo explicarlo, pero lo que sí sé es que di todo de mí”.
“No todo es negro ni gris, esta es una experiencia. Son Juegos Olímpicos, sé que di lo mejor de mí. Viví el momento, disfruté dos rutinas, me sentía en mis aparatos, sentí la música y sé que hubo detallitos que no fueron fallas grandes pero en Olímpicos, los detalles son todo. No me voy triste, quizá con un poco de coraje, porque hubo que trabajar con lo que tenía”, expresó la gimnasta nacida en Monterrey.