Es una leyenda urbana que cada día se confirma más y más, si quieres ser futbolista profesional, sobresalir y llegar a Primera División, no juegues para Correcaminos, es el consejo que todo el mundo le da a los jóvenes que intentan formar una cartera en el deporte más hermoso del mundo que es el fútbol.
Correcaminos se ha ganado el desprecio de mucha gente de Ciudad Victoria por todos los fantasmas que lo rodean, que si se venden, que si hay intereses de por medio y por muchas cosas más, sin embargo todos coinciden en algo, en Correcaminos no hay futuro ni para los jóvenes ni mucho menos para los victorenses.
Tal parece que ser de Victoria es la peor carta de recomendación para los futbolistas locales que en el equipo de casa intentan sobresalir sin embargo es una realidad que se puede ver torneo tras torneo.
Ahora con las Fuerzas Básicas, miles de talento se siguen fugando de Tamaulipas porque Correcaminos no ofrece nada atractivo para el jugador y casi se obliga al jugador para que juegue con el equipo de la UAT.
Los últimos casos han sido Rubén “Venado” Ramírez, Rubén Martínez, Amsury Moreno, Michel Lumbreras, Fernando Valencia, Oscar Torres, Carlos Rodríguez, Franco Ramírez, Ramiro Zúñiga, Mauricio Domínguez, Raúl Pérez, Jaime Cuesta, Leo Castro, José Roberto Meza, Felipe Ríos, Eduardo Rodríguez, Eduardo Rivera, entre muchos más que pueden hacer más larga la lista de victorenses que han pasado por el equipo de casa y que el mismo les ha truncado la carrera.
Ahora Jorge Vantolrá prácticamente obliga al jugador a formar parte de las filas de Correcaminos, a los jóvenes de 12 años les bajan prácticamente el sol, la luna y las estrellas además de prometerles un futuro encantador con el cuadro de la UAT.
El que no acepta jamás vuelve a ser invitado por más talento que tenga y el que ya está adentro e intenta buscar una oportunidad con otro equipo es prácticamente dado de baja del mismo.
Muchos padres de familia se han quejado de la forma de trabajo de Vantolrá Rangel quien al parecer no está respetando los procesos que está exigiendo él mismo y el Club de la UAT, el último ejemplo el caso de “Tito” Paz quien probo suerte con el equipo de Tigres de la UANL y posteriormente a su regreso a esta capital como castigo no fue llevado al Torneo Nacional Sub 15.
El caso es que hay muchos jóvenes que se están perdiendo dentro del proceso del Club Correcaminos además de que los mismos entrenadores al jugador que ven con muchas cualidades simple y sencillamente los llevan a otros equipos a probarse y son vendidos como auténticas joyas.
Lo más reciente Isidro Peñaflor que forma parte del equipo de Escuela de Fútbol Victoria equipo que es propiedad de Arturo Chávez Palomares Auxiliar Técnico en la Segunda División y que le permitió al joven irse a probar con el cuadro de Cruz Azul.
A cerca de 3 años de haberse creado las Fuerzas Básicas del Club Correcaminos pocos son los logros que se pueden aplaudir lo más destacable el tricampeonato de la categoría Cuarta División aunque es una liga que no tiene mucha exigencia pues solo participan un total de 8 equipos.
Sea leyenda o sea verdad Correcaminos se ha encargado de truncar la carrera de muchos deportistas locales los cuales se quedan en el camino, muchos porque no tienen una carta de recomendación, un buen promotor o algún apellido de abolengo, otros porque se dan cuenta que no son valorados y deciden desertar como alguna vez lo hizo Arnoldo Barrientos que simplemente aprovechó una plaza de trabajo en el IMSS en Soto La Marina y decidió dejar de lado su carrera como futbolista profesional.
Correcaminos es un truncador de carreras que no valora al futbolista local y prefiere comprar jugadores caros pues ahí se pueden inflar las nóminas y hacer negocio.