La mayoría de los elementos que se fueron del futbol mexicano, se devaluaron y ahora vuelven a resurgir. Los casos de Efraín Juárez y Pablo Barrera son claros, su regreso se debe a la intención de recuperar la buena forma que mostraron y que los llevó a ser objeto de deseo por parte de los clubes europeos, después del Muncial de Sudáfrica 2010.

El valor de ambos jugadores cayó dramáticamente, según estadísticas del portal especializado transfermarkt.de, y durante su presciencia en el Apertura 2012 buscará revalorizarse.

De los 3 millones de dólares en lo que estaba considerando Efraín Juárez, ahora está tasado en 1.8, luego de dos años de inactividad.

Barrera, en 2010, estaba valuado en 4.3 mdd, y ahora está en 3.

Otro mexicano que perdió valía es Antonio Pedroza. El ex jugador de Jaguares perdió la mitad de su coste (de 614 mil dólares a 307 mil dólares) en sólo unos meses de inactividad en Inglarerra.

Wilson Tiago salió con la idea de triunfar, pero se convirtió en el peor caso de devaluación. Monarcas lo transfirió al Inter de Porto Alegre en 3.6 mdd y Toluca lo ‘repatrió’ por 922 mil dólares.

En el caso de Jefferson Montero, el jugador incrementó su valor tras su paso por Europa. El ecuatoriano se fue a México valuado en 614 mil dólares y regresó de España tasado en 3mdd.

Por su parte, Paulo da Silva vuelve devaluado por 2.5 mmd, con respecto al valor que tenía cuando se fue de Toluca.

Existen casos como el de Taufic Guarch, quien fue cedido al Espanyol B, por Estudiantes, y ahora regresará a los Tigres.

Gregorio Torres vuelve al Atlas, tras terminar su préstamo con el Daejon Citizen de Corea. Y ahora con el regreso de Carlos Bueno a Gallos Blancos, es un reintegro al mismo club que es dueño de su carta.

Asimismo, Édgar Benítez fue traspasado al Toluca, luego de ser cedido por el Pachuca a Cerro Porteño. En estos últimos casos no se puede considerar que regresan devaluados o sobrevaluados, pues no se fueron comprados.