Siempre hay una primera vez y ayer fue la del Querétaro. Los Gallos Blancos marcaron su debut en la Liguilla, al vencer por primera ocasión a las Chivas (2-1) en la Corregidora, con una par de goles del uruguayo Carlos Bueno, quien cinceló una tarde de ensueño.
La cita con la historia estaba pactada en La Corregidora. Los Gallos se encontraban en la Fiesta Grande después de 61 años, ante un viejo lobo de mar como las Chivas, que en el partido más importante no logró plasmar el futbol que los llevó al liderato del torneo, luciendo desangelados y mermados por las bajas de Luis Michel y Marco Fabián.
El nada que perder y mucho que ganar lo cumplió a la perfección el Querétaro. Los emplumados no tardaron en poner contra las cuerdas al Guadalajara, gracias a que Carlos Bueno estremeció las redes apenas al minuto 9, al meter un zurdazo cerca de la media luna para incrustar el balón en el ángulo superior, rubricando una excelsa anotación.
La maldición del Superlíder comenzó a rondar sobre los rojiblancos. Y es que la desesperación fue notoria hasta en el banquillo tapatío, donde Fernando Quirarte siguió con impotencia los intentos en solitario del Cubo Torres y Omar Arellano. El duelo se trabó, porque ambos equipos comenzaron a meter la pierna duro, rubro en que los queretanos tampoco estaban dispuestos a perder.
Las Chivas adelantaron líneas para la segunda parte, aunque en el pecado llevaron la penitencia. Y es que los queretanos se hicieron fuertes al contragolpe, con un Bofo Bautista que brindó su mejor partido con los Gallos, dando la pausa y asistiendo al siempre peligroso Carlos Bueno; mientras, las Chivas erraban oportunidades, como lo hizo el Venado Medina al 54’, al quedar frente a Liborio Sánchez y mandar su remate por encima del arco.
Pero si hay alguien que no perdona, es el goleador Carlos Bueno, quien al 70’, evidenció las carencias de la zaga del chiverío, luego de que Emilio López metió un servicio por carril izquierdo, el charrúa se anticipó en el área a un zaguero y desvió el balón con la punta del pie para clavar la segunda daga a las Chivas.
El Guadalajara están herido, pero no de muerte. Y es que en el último suspiro del partido, encontró el descuento, luego de que el recién ingresado Jorge Enríquez se anticipó a Efraín Cortés y remató de cabeza para el 2-1; el tanto significó un alivio para los rojiblancos, que ahora intentarán revertir la eliminatoria en casa el próximo fin de semana.