Poco más de nueve años después, los Tigres volvieron a rugir en el Azul. Lo lograron mediante la forma más dolorosa para La Máquina, con Tito Villa como figura. Casi un año después de salir del conjunto cementero, el artillero argentino volvió a su otrora hogar para anotar, marcar diferencias y comandar el triunfo (1-2) felino. Tarde de ensueño para Emanuel, artífice del líder de la competición.

Los Tigres rasguñaron un par de ocasiones el arco de Corona y con eso bastó para llevarse una victoria que los mantiene en la cima de la tabla. Simplemente anotaron, rotaron el balón y se cuidaron de los embates celestes. Hirieron en el momento justo y apretaron los dientes cuando lo necesitaron. El triunfo siempre fue suyo.