Cada vez son más las voces que aseguran que irá a la banca, pero Javier Hernández permanece ecuánime. Niño consentido en el que ya no se cifran todas las esperanzas goleadoras del Tricolor, a causa de un Cepillo que amenaza con hurtarle la titularidad.

Al tercer máximo anotador en la historia de la Selección Mexicana (35 goles, empatado con Carlos Hermosillo y Luis Hernández) no parece inquietarle demasiado que el técnico José Manuel de la Torre pueda elegir a Oribe Peralta para iniciar el crucial juego eliminatorio del viernes contra Honduras… Por lo menos eso refleja su discurso.

“Como siempre lo he mencionado: aquí nadie tiene el puesto seguro… Y nunca me he sentido un jugador indispensable, no hay alguno”, expresa El Chicharito, antes de sonreír. “Estamos a las órdenes del entrenador y él va a decidir”.

“Somos jugadores de futbol y, si nos dan un minuto o 90, siempre hay que poner lo mejor de nosotros para bien del equipo”.

Pese a que el americanista Raúl Jiménez también es parte de la actual convocatoria, la batalla por iniciar sobre el césped del Estadio Azteca se reduce al goleador del Manchester United y al medallista áureo en Londres 2012.

El presente respalda al lagunero más lagunero, quien suma cinco anotaciones en el Apertura 2013, además de que le marcó un par a Costa de Marfil hace casi tres semanas. Javier apenas debutó el domingo dentro de la campaña 2013-14. Jugó 17 minutos en la caída de los Red Devils frente al Liverpool (0-1).

“No sé si voy a jugar o no”, insiste, sin cambiar el modulado tono de voz. “Nadie tiene la alineación; hay que esperar y estamos a las órdenes”.

Su estado físico no será factor, porque “gracias a Dios [me encuentro] al 100%. Ya tengo como 15 días sin ninguna molestia”.

La buena exhibición contra los “elefantes africanos” hace poco probable que El Chepo utilice a dos depredadores. Hernández y Peralta están conscientes de que uno tendrá que aguardar en el banquillo.

El carismático chico no lo hace desde el 16 de octubre. Aquella noche, ante El Salvador en Torreón, el director técnico nacional arrancó con Aldo de Nigris y El Cepillo. La Selección Mexicana se impuso (2-0), con tantos de Oribe y Hernández, quien ingresó al 61’. Sabe que también puede dinamitar las áreas contrarias si viene de la banca.

Para el hombre con el que compite, sólo halagos. Tal como El Cepillo lo hace con él.

“Las palabras sobran para jugadores como él o todos los de la Selección”, asegura. “Cualquier futbolista que es convocado por El Chepo es por algo, porque tienen el talento, lo han estado haciendo bastante bien”.

“Soy jugador de futbol, solamente voy a tratar de hablar dentro de la cancha y ayudar a mi equipo”.

Al que le urge terminar con una racha de 300 minutos sin anotar en el Coloso de Santa Úrsula. La más reciente celebración fue cortesía de Hernández, el 11 de septiembre del año pasado, contra Costa Rica.

“Déjate tú de que si haya deudas o no [por la falta de gol]. Queremos ir al Mundial”, aclara, serio. “Es lo más importante, lo que tratamos de hacer”.

Según él, sin importar quién habite el área rival.