Derramaron lágrimas de sangre sobre el césped del estadio Nemesio Díez, único desahogo que encontraron.

Las Águilas llegaron al “infierno” mexiquense en agonía futbolística, pero se marcharon con la amargura que provoca haber asustado al diablo, mas no exorcizarlo.

Dolorosa eliminación del América en el Apertura 2012, con la frustración de quedarse a un gol de echar al líder de la competencia.

La sequía, que ya es de siete años y medio, se alargará otros seis meses, por lo menos. Aquella anotación de Édgar Benítez, en las postrimerías del juego de ida, resultó catastrófica para los amarillos.Miguel Layún (16′) y Daniel Montenegro (37′) los firmaron. Ambos, celebrados con una importante descarga emocional.

Ya nada modificó el 1-2 (3-2 global para los Diablos Rojos), lo que explicó las sentidas lágrimas azulcremas.

Fueron capaces de asustar al mismísimo demonio en el averno, pero no pudieron exorcizarlo. De nada valió terminar el campeonato invictos como visitantes (seis victorias y cinco empates).

El Toluca tendrá el honor de cerrar en casa la final… Y buscar su undécima estrella.