El regreso de Emanuel Villa al Estadio Azul se avecina con una estadística contundente: Tito nunca le ha marcado a Cruz Azul. Como si fuera una manda, a pesar de ser considerado un goleador letal en la mayoría de los equipos en los que ha estado, el Tito no ha podido perforar las redes del equipo con el que más arraigo ha conseguido en el futbol mexicano. Ni antes ni después de haber vestido la camiseta celeste.

El delantero argentino ha desfilado por cuatro equipos en el balompié azteca, entre ellos La Máquina, con la que consiguió un título de goleo individual y un romance con la tribuna.

Gran parte de esa comunión con los aficionados celestes se fraguó gracias a su exitoso primer torneo que tuvo enfundado con la camiseta azul, cuando se convirtió en el campeón de goleo individual, con 17 conquistas en igual número de jornadas.

Villa comenzó ese Apertura 2009 con un ritmo goleador descomunal, idéntico al actual con Tigres: seis goles en siete jornadas, con un promedio de un gol cada 105 minutos, estadística que tiene ilusionados a los seguidores felinos, que creen haber encontrado en Villa al goleador que por cierto tiempo buscaron en nombres como Edno o inclusive Alan Pulido.