Ahora sí que poco o nada de reclamos hacia Juan Reynoso con el cierre de los Octavos de Final de la Liga de Campeones de la Concacaf. Una goleada de 8-0 sobre el Arcahaie coloca a Cruz Azul en los rieles del camino que en la Ida habían perdido con el empate sin goles que le ocasionó un ambiente hostil a la plantilla.

Si bien lanzó una alineación, nuevamente con suplentes, la incorporación de elementos como Pol Fernández, Adrián Aldrete y un recuperado Ignacio Rivero le dieron más argumentos a Reynoso para que esta vez reflejaran su superioridad en el marcador y no solo en el campo con dominio de balón y pases acertados.

Así fue como los cementeros demostraron ser mejores en todos los aspectos, jugadas colectivas, individuales y en el aprovechamiento de errores, sobre todo, teniendo como obstáculo a Camy Marcelin, guardameta haitiano suplente que desde el minuto uno denostó su inexperiencia al ser factor en varias de las anotaciones de la Máquina.

Así vimos la goleada

Con apenas tres minutos en el reloj, Alexis Gutiérrez abrió el marcador y así inició la fiesta celeste, esa que no hubo en República Dominicana en la Ida. Para el 11′, Yoshimar Yotún puso el 2-0 y al 25′, Elías Hernández dio muestra de la calidad de sus piernas, esa que parece estar desaparecida en los últimos torneos con Cruz Azul, pero que hoy recordó por qué llegó a ser elemental cuando recién llegó a la institución en el verano de 2018.

Ya en el segundo tiempo, Walter Montoya se unió a la algarabía toda vez que los haitianos ya no podían más con el tema de la altura y el cansancio fue otro de sus verdugos en la cancha del Estadio Azteca.

Con un Santiago Giménez que dejó el papel de centro delantero para convertirse en un perfecto asistidor, el marcador cada vez creció más.

Ya con la cuenta en cuatro goles, el quinto apareció por conducto de Josué Reyes otra asistencia para Santi.

El final de la sequía de siete meses sin gol se le negó a Giménez, pero no por eso se rindió en la búsqueda del área y una tercera asistencia para cooperar con el doblete de Montoya y el 6-0 en los cartones.

Bryan Angulo entró de cambio y en su primera pegada al balón festejó su anotación para el 7-0 con una buena dupla junto a Rodrgio Huescas. Otro más, la Máquina que anda en modo rompe rachas, quería hacer lo propio en la competencia de la Concacaf y con el 8-0 se acercaba a igualar aquel 12-2 ante Leslie Verdes de Belice en 1996 registrada como la mayor goleada de un equipo cementero en dicha competencia.

Sin embargo, el tren de Reynoso se detuvo y con un 8-0 el conjunto firmó su pase a los Cuartos de Final a la espera del rival que saldrá entre el duelo de León y Toronto FC. Por su parte, el conjunto haitiano volverá a su isla para continuar con la joven historia que comenzó en el 2017 y que ahora tiene un capítulo lleno de travesías con lo que significó su primera participación en la Liga de Campeones.