La ciudad se paralizó por unas horas con el Clásico Capitalino. Si había duda de que el choque entre Pumas y América tuviera tintes de Clásico, ambos clubes se encargaron de confirmar con un apasionado 3-3 que desde hace mucho estos equipos protagonizan más que una rivalidad.

La ofensiva de Pumas se impuso y le marcaron tres goles a la que hasta ahora era la mejor defensa. Por segunda semana consecutiva, Guillermo Ochoa volvió a recibir tres goles en su marco pero la visita no se quedó atrás e hicieorn lo propio.

En un juego de volteretas, goles, empujones y mucha fricción, los locales hicieron pesar su casa y le pegaban al rival más odiado pero en el último minuto del partido Henry Martín les dio el empate.

Con todo y que las Águilas pudieron tener por primera vez a todos sus atacantes disponibles, la estrategia y garra de los felinos resultaron más filosas y fiel a su estilo sacaron avante el partido que la afición les pide no perder aunque la sensación para los auriazules es la de perder dos puntos en casa.