Para Ángel David Comizzo es difícil recordar la Final del Invierno 97 y cómo el León perdió el título ante Cruz Azul. No le agrada ese ejercicio. Han pasado casi 15 años desde que cometió una agresión contra Carlos Hermosillo, una jugada que califica como “desgraciada”. El argentino acepta el error, pero niega que por ello se haya perdido el campeonato.

“El título no se pierde por eso, hubo muchas cosas que pasaron. Eso fue algo que ocurrió, un accidente del juego. Si revisas los dos juegos te das cuenta de la actuación que uno tuvo durante los 180 minutos, sería muy simplista quedarse por una simple jugada”, dice Comizzo en entrevista telefónica desde Buenos Aires, donde radica actualmente.

Era el 7 de diciembre de 1997 y se disputaba la Final del Invierno 97. En el primer tiempo extra, Ángel intentó tomar un balón bombeado, pero no lo logró y empujó a Carlos Hermosillo. El árbitro Arturo Brizio marcó penalti. Ya en el suelo, el argentino le dio una patada al atacante en el rostro que el silbante no vio.

Tras los reclamos de los jugadores del León que negaban que fuera penalti, Hermosillo -con el rostro ensangrentado- colocó el balón en el manchón y enfrentó a Comizzo, su agresor. En esa época, el gol de oro daba el título. El delantero cobró la pena máxima y anotó el gol del campeonato más reciente para La Máquina.

“Ya han pasado tantos años de eso. Yo siempre he dicho que eso uno no lo puede borrar porque forma parte del pasado de uno. Pero ya ponerme a recordar esas cosas que han pasado tantos años, uno no le da más importancia”, añadió.

Comizzo reconoció que le dolió mucho perder esa Final. “Sufrimos todos. Sufrió mi familia, sufrió la gente, sufrió el entrenador, sufrieron mis compañeros. Habíamos hecho mucho mérito para quedarnos con el título, muchísimo mérito y no lo logramos.

“Hubo otras cosas que ocurrieron en los 180 minutos como para no lograr transmitir en el marcador alguna jugada que nosotros tuvimos para poder marcar y para poder definir el juego antes de que se llegue a ese momento crucial”, explicó el ex guardameta.

El argentino descarta que la afición del León le tenga rencor. Al contrario, dice, lo aprecian. “El periodismo me satanizó; la afición, no. Yo he vuelto a jugar en ese estadio y me recordó con mucho cariño, cada vez que vuelvo a la ciudad camino por sus calles sin ningún tipo de inconvenientes, sin ningún tipo de problemas”, indica.

A Comizzo se le pregunta si ha platicado con Hermosillo sobre esa jugada que marcó a los dos. ¿Le ha ofrecido disculpas?

“No tiene sentido. La vida a uno le da experiencia, serenidad y tranquilidad, no tiene sentido hablar de nada”, respondió.