18 años han pasado desde que Hugo Norberto Castillo puso de cabeza el Estadio Azteca con un auténtico gol de oro en la Final del Verano 2002 ante Necaxa.

En entrevista para el programa ‘Vamos América’, el ahora entrenador reconoció que aquel gol significó el momento más grato en su carrera.

“Sin duda es lo mejor que viví en mi carrera, fue un parteaguas para mi y también para la institución. La gente sigue recordando ese gol y es por eso que es tan gratificante.”, indicó el Misionero.

MEXSPORT
En esa misma línea, el Misionero aseguró que el recuerdo de aquel gol sigue vigente en su memoria, sobre todo porque las águilas tuvieron que remar contra corriente no solamente en la Final, sino a lo largo del certamen.

“Es una avalancha de recuerdos, es inevitable la sonrisa por lo que significó en ese momento, después de un torneo duro y poder coronarnos al final de la temporada”, añadió.

“El marco fue increíble, sin duda en lo que me concentré fue en el contacto con el balón, pero es difícil describirlo con palabras” , apuntó