México llegó al límite. No hay más oportunidades. Hoy comienza esa última prueba para saber si la Selección Nacional es digna de un Mundial o si puede ser catalogada como una escuadra fracasada en su intento por asistir a Brasil 2014.

Hoy arranca la serie de repechaje que el Tri sostendrá ante Nueva Zelanda (14:30 horas). Para el juego de ida, el Estadio Azteca se llenará con los fieles al combinado verde que tienen la esperanza de observar a sus 11 futbolistas tomar una ventaja que les permita pensar que, tras el duelo de vuelta en Wellington, se confirmará que México asistirá a la Copa del Mundo.

“No nos podemos dar el lujo faltar al Mundial”, sentencia Rafael Márquez, capitán tricolor. “A nadie le gustaría un Mundial sin México. Debemos ganar y estar en Brasil”.

El Tricolor ha caminado sobre la cuerda floja durante la eliminatoria. Sus méritos —y un poco de suerte— le permitieron quedar como el cuarto mejor equipo de la Concacaf en el hexagonal final.

Ese andar dubitativo le costó la cabeza a tres técnicos [José Manuel de la Torre, Luis Fernando Tena y Víctor Manuel Vucetich] y de no ser por la ayuda de los Estados Unidos, que vencieron 3-2 a Panamá en la última jornada de los clasificatorios, la Selección Mexicana hubiera quedado marginada de ir al Mundial. Pero ese golpe de suerte le dio la opción de ir a la respesca.

Tras el cese de Vucetich, Miguel Herrera fue designado como el bombero del Tricolor para apagar el incendio y conseguir el pase a la máxima justa del futbol.

Para lograrlo, el técnico del América “prestado” a la Selección dejó fuera a los jugadores “europeos”, que antes se pensaba eran imprescindibles y apostó por una base de 10 elementos americanistas.

Márquez respalda al Piojo y presume que “estamos enfocados en lo que tenemos nos pide nuestro entrenador”. Demanda a los suyos que esta tarde, el Tri se vuelva infalible ante los neozelandeses.

“Tenemos que hacer nuestro trabajo para superar al rival”, exhorta el zaguero del León. “Tratar de no cometer errores y tener un buen funcionamiento en la cancha”.

Ante Nueva Zelanda, la historia de México es breve. Se han visto las caras poco. El saldo es favorable para los verdes, pues han ganado dos choques (2010 y 2011) y perdido uno (1980); todos, amistosos.

El juego de hoy en el Coloso de Santa Úrsula resulta clave para el Tri. Es tan importante anotar como no recibir gol, porque en caso de empate global, el criterio de desempate son los tantos de visitante.

El delantero estelar de los chicos del Piojo, Oribe Peralta, reconoce que la Selección Nacional debe aprovechar la localía para obtener un marcador abultado.

“Estamos contentos de la oportunidad que tenemos, sabemos que hay que aprovecharla”, avisa el ariete de Santos. “Hay que demostrar que en México nos vamos a llevar un triunfo muy importante y vital para nuestras aspiraciones”.

El tiempo de trabajo de esta versión “empiojada” del Tricolor ha sido de pocas semanas.

Miguel Layún confía en que el conocimiento entre los futbolistas águilas, que son mayoría en el Tri, sean suficientes para derrotar al representante de Oceanía.

“El equipo ha aprovechado todos los entrenamientos”, advierte el lateral. “Estamos al 100 por ciento para ganar este repechaje”.

Para los futbolistas del Tri, esta serie tiene una trascendencia histórica, como dice el atacante Aldo de Nigris: “Son los dos juegos más importantes de mi carrera. Voy a dar todo para estar en el Mundial”.

Como nunca en los últimos 30 años, México corre el riesgo de faltar a una Copa del Mundo por resultados deportivos. El juego de ida del repechaje ante Nueva Zelanda de hoy es fundamental.

“Somos conscientes de lo que nos estamos jugando”, acepta el zaguero, Rafael Márquez.

El encuentro de hoy resulta decisivo: o el Tri inicia su redención hacia el Mundial o da pie a confirmar su fracaso en la eliminatoria. La última oportunidad de llegar a Brasil empieza esta tarde.