El año futbolístico más reciente resultó una pesadilla para Francisco Javier Rodríguez en Cruz Azul pues sólo jugó tres partidos de 34 posibles; Tomás Boy y Francisco Jémez lo tenían borrado, pero el Maza nunca bajó los brazos y ahora es titular indiscutible en Lobos BUAP.

El zaguero sinaloense no se rinde y advierte que su nivel de confianza es tal que no descarta regresar a la Selección Mexicana y, ¿por qué no?, disputar su cuarta Copa del Mundo.

¿Aún piensas en la Selección Mexicana?
Es un tema que nadie me quita de la cabeza, he visto todos los partidos de la Selección y creo que puedo estar ahí. Lógicamente mostrando un nivel óptimo. Tengo tres Mundiales, Confederaciones, Copa Oro, pero al Maza le gusta ir por más siempre, me gusta aprender e ir por metas y así sucesivamente, para mí el cielo no es el límite.

¿Aún sueñas con un cuarto Mundial?
Es la ambición que tengo por siempre, lograr cosas, y como decimos en el barrio, ‘no tengo llenadera´, para nada, y menos en mi profesión, siempre me gusta aprender en todos los clubes en los que he estado, de mis compañeros, entrenadores y así lo estoy haciendo, así he formado mi carrera. El tema de Selección es algo que está taladrando mi cabecita, sentenció en entrevista con RÉCORD.

¿Lobos es una revancha?
Siempre he confiado en mi capacidad y en la mentalidad que me ha llevado a triunfar durante toda mi carrera. Nunca dudé en venir a Lobos BUAP, desde que me llamó Rafa Puente fui muy claro con él y dije que sí, por ahí sacrifiqué algunas cosas, pero lo único que quería era jugar y demostrar el nivel que tengo.

¿Cómo te describes en este momento de tu carrera?
Como un jovencito de 15 años (ríe), cada que despierto lo hago con ganas de trabajar, todos los jugadores del equipo me han contagiado su juventud. De mi parte van a recibir puro trabajo, esfuerzo al 100 por ciento.

¿Qué fue lo más difícil durante el tiempo que no jugaste?
Lo más complicado es lo mental, el no saber por qué te están haciendo a un lado, no tuve ningún problema con nadie, que te mantengan un año así, siendo un jugador mundialista, siendo un jugador que llega primero a entrenar y se va al último, se me hacía raro, pero me preparé mentalmente porque sabía que habría una oportunidad como ésta, tenía que estar preparado para no dar razón a toda esa gente que no creyó en mí.

¿Qué te ayudó a ser fuerte en la parte anímica?
Mis hijos siempre me han dado fuerza, mi familia siempre ha estado ahí, además la mentalidad y carácter que tengo siempre me han sacado a flote en muchos momentos difíciles de mi vida y carrera

¿Pensaste en el retiro?
Para nada, el retiro no lo veo tan cercano, me siento fuerte, los chavos y el cuerpo técnico han visto cómo trabajo, lo que me ha gustado mostrar y no sólo hablar, sino predicar con el ejemplo y ser el primero.

¿Qué te falta?
Volver a resurgir en lo futbolístico, mostrar mi nivel y lo que más deseo en este momento es que en mi presente las cosas salgan bien con Lobos, cumplir con el objetivo que nos hemos trazado, que es la permanencia y si se hacen bien las cosas acá, no dejar de lado la Selección.