Durante el año y medio que Marcelo Díaz estuvo en Pumas, lo que lo dejó más impresionado no fue la afición, ni el estadio, ni la institución, sino un ritual religioso.

En su cuenta de Instagram, el chileno relató lo ‘especial’ que se sintió al rezar el Padre Nuestro en un país tan devoto hacia la Virgen de Guadalupe.

“Nunca antes me había pasado. Pumas me había recibido hacía sólo cuatro días y cargaba con los nervios lógicos de cualquier debut. Faltaban apenas unos minutos para pisar el césped y nos reunimos en un círculo.

“Todos nos empezamos a desear buena suerte para el partido y, como si de golpe nos hubiéramos vuelto un coro, de nuestras gargantas brotó el Padre Nuestro. Ahí me enteré de que me estaba sumando a una tradición realmente emocionante para quienes somos creyentes. La estampa de la Virgen de Guadalupe, muy venerada en México completaba una escena que inflaba el espíritu”, escribió el mediocampista acompañado de una foto de él con el uniforme universitario.

Por otro lado, el ‘Chelo’ aceptó que al principio le costó trabajo adaptarse al futbol mexicano por el tema de la altura, pero dijo que al final ya se había acoplado.

“Venía de un año y medio en Vigo y la altura del Distrito Federal me puso un obstáculo bravo. Terminamos perdiendo (ante Morelia) 2 a 1 (mi amigo Nico Castillo hizo el gol) pero el recuerdo de ese ritual fantástico en la previa no se me va a borrar nunca.

“Aunque me costó algunos encuentros adaptarme a respirar con normalidad , terminé agarrándole la mano a una Liga de alto nivel que me permitió disfrutar de lo que tanto me gusta hacer: jugar al futbol “, reconoció.