Todos los grandes equipos tienen una época en la que incrementaron su popularidad, se volvieron trascendentes y no había rival que compitiera con ellos, y el América escribió esa etapa de su historia en la década de los ochenta, cuando ganaron 9 títulos, incluidos 5 de Liga que los tienen hoy como el equipo más ganador del futbol mexicano.

De la mano de Carlos Reinoso y después con Jorge Vieira, el conjunto entonces apodado crema vivió la transición al mote de Águilas para comenzar una era gloriosa volando por encima del resto de los rivales, considerando que durante esos diez años su vuelo fue imparable.

Con futbolistas de la talla de Eduardo Bacas, Norberto Outes, Daniel ‘Ruso’ Brailovsky, Alfredo Tena, Cristóbal Ortega, Carlos Hermosillo y con Héctor Miguel Zelada en la portería, el América levantó títulos ante sus acérrimos rivales, Pumas y Chivas, considerada esta última como la Final del Siglo, en la temporada 1983-84, siendo el primer título de esa década dorada.

En la temporada 1984-85, las Águilas consiguieron el Bicampeonato derrotando a otro rival importante: a los Pumas, de la mano del goleador Hermosillo y de un sublime Brailovsky, sin dejar de lado las polémicas que más tarde serían recordadas por ambos equipos y que marcarían la rivalidad entre ambnos, tras esa serie de tres partidos que culminó con el título azulcrema en el Estadio La Corregidora de Querétaro.


El siguiente año, América aportó a cinco jugadores a la Selección Mexicana que sería anfitriona del Mundial de 1986; pese a ello, consiguió el Tricampeonato en una serie memorable contra el Tampico Madero, ya que en la Ida las Águilas fueron goleadas 4-1, pero en la Vuelta y en tiempos extras, ganaron 4-0 para redondear una etapa sublime.

Todos pensaron que tras el Mundial, la magia del equipo había culminado; sin embargo, el América confirmó que seguía siendo el mejor cerrando la década con el Bicampeonato en las temporadas 1987-88 y 1988-89, en Finales ante Pumas y Cruz Azul, respectivamente.