Ricardo La Volpe está cerca de una nueva Final como entrenador, pero deja los excesos de confianza a un lado y ve a Necaxa como una prueba difícil, una ‘batalla más’ en busca de ganar la ‘guerra’ al frente del América y estar invicto también lo motiva.

Aunque en Primera División sólo ha ganado un título, con Atlante en 1993, en charla con RÉCORD, valora el reconocimiento que le ha dado una parte del mundo futbolístico a lo largo de su carrera y que el Lavolpismo vive y también se renueva. En cambio, las críticas destructivas no son de su interés y pone su mira a grandes retos, después del pase a Semifinal.

¿Sientes más cerca el título? Parece que, a veces, el Lavolpismo debería tener más por toda la escuela que representa.
Eso es más una cuestión de prensa, parece que no ven las estadísticas. No tengo siete o 10 títulos, pero el ascenso del Atlante no sé si no lo vieron, lo que pasó en Toluca que gané por teléfono, y con Atlas. No sé si tampoco quieren ver que gané un Preolímpico y no se perdió una generación, porque otros hablan de títulos y si se perdieron unos Juegos Olímpicos. Me llamó Boca, Vélez, la Selección de Costa Rica y hay otros que no salen de acá, solamente el único país donde pueden dirigir es en México.

En Toluca, pregúntenle a Cardozo o Cristante quién hizo y formó ese equipo. Israel López era un jugador lateral volante y yo lo hice centro, a Vicente Sánchez lo trajimos de Uruguay; Chiquis García, por izquierda. Yo le dije al señor Lebrija “el 8 es Sinha”. Entonces cuando uno profundiza todo eso se callan la boca, se les paran a algunos los pelos, porque lo que yo hablo es de bases. Los logros ahí están, me siguen criticando y llevo 13 partidos sin perder ahora.

Pero el Lavolpismo es innegable, siempre se acordará el futbol mexicano de ti.
Gracias a Dios los jugadores que he tenido hablan del Lavolpismo y hoy son técnicos que también tienen sus ideas, pero algo les dejas. Eso me queda clarísimo que alguna idea, forma de jugar y protagonismo les dejas. Eso del Lavolpismo lo puso el periodismo, porque cuando inician cierta cantidad de técnicos, lo hacen diciendo del aprendizaje, el que más les dejó y siempre estaba yo arriba. Son logros que para un entrenador es muy halagador y a mucha gente le cae mal.

¿Comienza a verse ya más el estilo de La Volpe del América?
Es muy difícil eso de los estilos porque estos los hacen los jugadores. Sí tengo una idea lógicamente, no me voy a olvidar de lo que hice en Atlante, Atlas, Toluca, la Selección, pero está difícil cuando no tienes las características de los jugadores y hay que tenerlas para que se cuente con el sistema de juego que más me gusta a mí. Hoy me adapto a los jugadores y hablo mucho con ellos porque deben brillar y no yo exigirles algo que no lo sientan. Deben brillar sueltos, con el deseo y las ganas de estar en la cancha, sin exigencias ni con algo que no están acostumbrados a hacer. Por eso, percibo que con ellos me llevo muy bien porque pongo a cada jugador en el puesto que siento que mejor se pueden desenvolver.

¿A qué te sabe esta nueva Semifinal en tu carrera?
Uno va cumpliendo el reto cuando éste se asumió, de tratar de llegar a campeonar y a lo que fue formado este equipo. Entonces uno se siente bien porque el equipo sigue siendo competitivo, se dejó a un adversario fuerte afuera, considerado por muchos de que nos iban a eliminar, que eran mejor equipo que nosotros y nuestros jugadores les demostraron que no.