La Piedad logró la hombrada y aunque pudo perderlo todo, se impuso con garra, ímpetu y tesón jugando en la recta final con un hombre menos y con el riesgo de perder lo que construyeron.

La Piedad se erigió Campeón del torneo Apertura 2012, superando a Dorados de Sinaloa por marcador global de 3-1, y un empate a dos goles en el encuentro de esta tarde, que fue necesario prolongarlo hasta los tiempos extra.

Dorados entregó hasta la última gota de sudor, logró empatar cuando La Piedad empujó desde el arranque y se puso al frente en el resultado.

Cuauhtémoc Blanco jugó 40 minutos rengueando, en la recta final del partido. La rodilla izquierda no le dio para más, y aún así, asumió su rol de líder, de caudillo en Dorados. No podía abandonar a sus compañeros, y menos cuando tuvo la gloria tan cerca, aunque la dejaron escapar.

La Piedad consiguió la primera mitad del gran objetivo en la Liga de Ascenso. Se coronó en su casa, logrando la voltereta en el Juan N. López, tras la desventaja en territorio sinaloense por 1-0.

Emmanuel García puso adelante al cuadro local, y emparejó de inmediato el marcador global. Luego de una jugada sobre la banda derecha, donde Emmanuel Gil controló de espaldas al arco, metió un disparo sin mucha fuerza que se le escapó de las manos al arquero Frausto, y Emmanuel García marcó el primer tanto, a los dos minutos de arrancado el encuentro.

Al 11′, Javier Güemez fue expulsado de manera directa por una falta en la mitad de la cancha que solamente el árbitro del encuentro, Carlos Martínez, vio a un par de metros, y no dudó en sancionarla. Injusta sanción que comprometió severamente el destino del encuentro para Dorados.

Al 35′, el arquero de Dorados, Alfredo Frausto atajó a su mano izquierda un disparo raso de Emmanuel García, que fue enviado a corner. Dorados se salvó del segundo poco antes del final de la primera mitad.

Pero Juan Manuel Cavallo dictó otra sentencia, al 41′, al convertir el segundo gol que los puso en la antesala del título. Con riñones, fue a buscar a la raya de fondo, por la derecha, un pase prolongado. A pesar de que Frausto salió a achicarle el espacio, encontró el rincón preciso para embocar el segundo tanto que les daba la ventaja parcial, dándole la voltereta a la serie.

Para el arranque de la parte complementaria, el caudillo despertó. Cuauhtémoc Blanco provocó una falta pegado a la banda por el costado izquierdo, y en el cobro, el arquero Leonín Pineda rechazó mal y la dejó a merced para Gustavo Ramírez, quien silenció al 50′ el Juan N. López.

Dorados tuvo opción de volver a ponerse en ventaja al 57′, tras un disparo cruzado desde la izquierda de José Juan Hernández, que salió apenas desviado del arco rebocero.

Las circunstancias del partido se igualaron al 65′, cuando Carlos Sánchez fue amonestado por segunda ocasión, forzando a su equipo a jugar el resto de la tarde con diez elementos, tal y como Dorados lo vino haciendo desde los primeros minutos del encuentro. Dos minutos después, era el cuadro local quien se quedó con otro menos, pues por doble amarilla, Carlos Cárdenas se ganó el exilio de la cancha por la roja. Ahora, los Reboceros estaban contra las cuerdas.

El encuentro se fue a los tiempos extras, donde los Reboceros encontraron pronto la ventaja a su favor.

Al 93′, Antonio Martínez aprovechó un rebote a las afueras del área, tras el cobro de un tiro de esquina. Pateó de derecha el rebote que le favoreció y se incrustó en un rincón del arco de Dorados. El estadio revivió en una explosión de júbilo.

En tanto, los jugadores de Dorados reclamaron al árbitro central que el asistente había levantado la bandera, pero luego rectificó.

Instantes después, Jonathan Piña tuvo otra oportunidad, tras el cobro de una falta en pelota detenida y lo estrelló en el larguero. Dorados no podía reaccionar al duro golpe.

Las dos bancas vivieron las dos caras de la moneda. Por un lado, el técnico local, Cristóbal Ortega, mantuvo la calma y mesura durante el encuentro. En el otro sector, Paco Ramírez se desgañitó, sufrió y corrió de un extremo al otro, mientras su Auxiliar Jorge Castañeda, no paraba de pedirle a sus jugadores que pusieran el extra, enconchando las dos manos a la altura del vientre bajo.

Durante los tiempos extras, el encuentro no ganó en calidad futbolística, pero sí lo hizo en intensidad, aunque siguió siendo ríspido en todas las zonas en que se disputó el balón.

Al minuto 102′, el árbitro se comió un penal del tamaño del estadio, en una falta del arquero Frausto sobre Emmanuel García dentro del área. El juez vio un choque legal entre los dos futbolistas.

En el segundo tiempo extra, se acabó el futbol y prevaleció el juego de contacto. Faltas por todos lados, cero futbol y menos ocasiones de gol. En el minuto 120′, el árbitro terminó por expulsar al arquero de Dorados, Alfredo Frausto. Su lugar lo ocupó por breves instantes, el defensa Rodrigo Follé.

La ciudad rebocera no dormirá festejando el título que el año pasado se le negó en esta misma casa, cuando La Piedad perdió la oportunidad de coronarse ante Correcaminos.