Tras la renuncia de Michel Bauer el pasado lunes, la directiva del América nombró a su sucesor: Ricardo Pelaez, quien será presentado este jueves a los medios de comunicación como Presidente Deportivo del club.

Esta es su segunda experiencia como directivo, la primera fue como parte de la Comisión de Selecciones Nacionales, a la que renunció el ocho de octubre del 2002. Al marcharse, declaró algo que hoy se hizo realidad: “Quiero ser directivo de algún club, es el siguiente paso en mi carrera, espero tener esa oportunidad algún día”.

Goleador en equipos como América, Necaxa y Guadalajara, el otrora delantero de la Selección Mexicana cumplirá su sueño en el club que lo vio nacer como futbolista y que ahora necesita sus servicios para sacarlos de la crisis dejada por Michael Bauer. En su primer experiencia como hombre de pantalón largo, Peláez coincidió junto a Javier Aguirre y ambos fueron los encargados de llevar a la Selección Mexicana hasta Octavos de Final donde Estados Unidos eliminó al Tri del Mundial asiático.

Su gestión dentro de la Selección Nacional, fue de un año y dos meses, donde disputó cuatro partidos de eliminatoria para la Copa del Mundo del 2002 y una Copa Oro donde México fue eliminado por Corea del Sur.

Como jugador, Ricardo Peláez fue tres veces campeón de Liga en México: Una con América en su temporada de debut en Prode 85’ y un bicampeonato con Necaxa en las temporada 94-95 y 95-96 donde con sus goles se convirtió en el máximo anotador en la historia del club al sumar 138 dianas, curiosamente, nunca fue campeón de goleo con ninguno de los tres equipos.

El remate de cabeza era su arma letal, demostrándolo sobre todo en el único Mundial que jugó, el de Francia 1998, donde le marcó gol a Corea del Sur y Holanda en la ronda de grupos antes de quedar eliminado ante Alemania. Ahora América espera que utilice esa misma arma para sacarlos de su crisis: la cabeza.