Kenia Enríquez boxeadora originaria de Tijuana, presume de ser campeona del mundo desde hace tres años, y hoy buscará ser la campeona absoluta de las 108 libras cuando se logre medir en abril a Yesenia Gómez o Anabel Ortiz.

Con una niñez complicada al sufrir bullying por no ser bonita, introvertida y callada, Kenia se refugió en el boxeo, deporte que descubrió por su afán de pelear en la calle, el barrio o en la escuela, así lo relató en una entrevista a El Universal.

“El boxeo es una profesión pero también nos ayuda para defendernos. En mi lo cambió todo, era una niña tranquila, bulleada porque no era una niña bonita, tuve problemas de autoestima, era introvertida y callada.

“Me gustaba pelear y de ahí viene todo el asunto, hasta que llegó un punto en el que causaba muchos problemas y mandaron llamar a mi papá a la escuela. Él había sido peleador y regresó al gimnasio, entonces me metió en un intento para canalizar mi violencia”, señaló.

A sus 26 años, la actual reina minimosca del CMB realiza desde hace cinco años el torneo que lleva por nombre ‘Kenia Enríquez’, el cual tiene como finalidad apoyar a todos los nuevos talentos femeninos de Tijuana.

“Me gusta apoyar a las niñas con equipo para que sigan sus sueños, me reflejo en ellas, yo hubiera querido que alguien creyera en mi, que hubiera apostado por mi esfuerzo, no puedo cambiar eso pero sí puedo cambiar la vida de una niña”, agregó.

¿Quién la inspiró?

Por último y no menos importante, reveló que una de sus más grandes aspiraciones fue su paisana, Jackie Nava, de quien fue sparring a los 17 años y con quien comenzó a descubrir el mundo del boxeo.

“No estaba tan lejos de ser campeona del mundo, solo tenía que esforzarme más, ella fue una gran inspiración así como Cecilia Braekhus o la Barbie Juárez a sus 40 años quien es campeona del mundo”.