Julio César Pinheiro llegó a México en la temporada 1996-1997 para jugar con el Celaya y tras un breve periodo en el Logroñés de España, el brasileño volvió al con los Toros de Celaya en 1998 para después emigrar al Cruz Azul, equipo que lo marcó.

A su llegada a La Noria, Pinheiro fue recibido nada más y nada menos que por una leyenda de la institución, el extécnico Ignacio Trelles (q.e.p.d.) quien le descifró en una frase la grandeza de La Máquina.

“Como decía don Nacho, la camisa del Cruz Azul pesa más que un saco de cemento”, recordó Pinheiro 20 años después de su contratación con los cementeros, en entrevista para ESPN.

“Eso es verdad por toda la presión que tenemos, cuando llegamos a un club con la historia que tiene Cruz Azul, con todos los títulos que han ganado, la historia que tiene este gran club entonces la presión siempre va a existir, las responsabilidades son otras y no es lo mismo que jugar en un equipo que pelea de media tabla para abajo que pelear siempre el campeonato”, añadió el exfutbolista.

Aunque sólo estuvo tres años con Cruz Azul, el nacido en Itapeva, Brasil, lleva en el corazón los colores azul y blanco.

“Estoy muy agradecido con Cruz Azul, es el club que llevo dentro de mi corazón por todo lo que conseguí y todo lo que tengo en el fútbol se lo debo a Cruz Azul. Los mejores momentos dentro del fútbol fue con este equipo y entonces por eso tengo un cariño muy grande y estoy muy agradecido, no tengo rencor en la forma que salí, yo tengo mucho que agradecer a este equipo”, reveló.