El hijo de La Leyenda se quedó demasiado cortó en la carrera por emular lo hecho por Julio César Chávez. En diciembre de 2004 debutó Julio César Chávez Jr., quien despertó el interés del público mexicano porque tenía la esperanza de ver cómo crecía el legado de Julio César Chávez. Sin embargo, a 16 años de distancia, las esperanzas por ver triunfar al Hijo de la Leyenda no se cristalizaron, ya que sus combates no logran llamar la atención.

Rodeado de polémica y criticas, el pugilista tuvo una discreta trayectoria, con récord de 55 combates, 50 fueron victorias, 32 por nocaut y cinco derrotas; el inconveniente es que el momento de mayor gloria lo dejó escapar al caer frente a Saúl Álvarez en 2017, porque significó el final del estrellato.

A partir de la caída contra Canelo, Chávez Jr. tardó casi un año en subirse de nuevo al ring, donde terminó por vencer al colombiano Evert Bravo por KO en el primer asalto, pero los reflectores ya no apuntaban hacía él. Por si fuera poco, al chocar puños con contrincantes de mayor exigencia como Daniel Jacobs y Mario Cazares terminó por perder; el último compromiso que sostuvo fue apenas en noviembre pasado contra el ecuatoriano Jeyson Minda, la que mandó a la lona en el cuarto round. En los últimos dos años, Chávez Jr. ha dado más de qué hablar por sus declaraciones y actitudes, situación que incluso ha provocado la molestia de su padre quien lo exhortó a retirarse, en caso de hacerlo el pugilista terminaría con una fortuna de hasta 28.5 millones de dólares.