Joaquín Del Olmo fue entrenador de Pumas en el Torneo Apertura 2012 y permaneció al frente sólo seis partidos; sin embargo, ocho años después, el ‘Jaibo’ reconoció que uno de sus errores más grandes al frente de los felinos fue no haber marcado límites entre jugadores y entrenador, pues había futbolistas que jugaron con él y no lo veían con autoridad.

“Si pudiera regresar el tiempo. Fue un golpe muy duro (cuando lo casaron). Tenía la ilusión de que me dejarían, pero me ganó el amor.

“Había gente que había sido mi compañera y no era el momento de ir porque yo siempre fui el más ‘jodón’ del vestuario y el más grande, y había mucho respeto hacia mi persona como jugador y ahí no hice diferencia; me equivoqué en el trato, me tenía que haber separado un poco más del plantel sobre todo de la gente que había sido mi compañera, pero de eso me di cuenta hasta después de que me fui, y las cosas fueron como son y con los jugadores hablé en su cara; a veces te equivocas, es parte de esto”, explicó.

Joaquín Del Olmo reconoció que haber salido así de Universidad le caló hondo, pero es una espina que en algún momento quiere sacarse, y para ello tiene que volver, pero antes debe prepararse más.

“No debieron ganarme las ansias de dirigir en la Primera División, pero no me arrepiento, ahora he visto mis procesos y la verdad sí me apresuré, debí pensar y no que me ganara el corazón. Al final la vida me lo regresó y con una buena bofetada.

“Me apresuré en ir a Pumas porque pensé que me iba a ir bien, me la jugué y lo terminé pagando, pero sí me gustaría regresar, sacarme la espina. Me encantaría tener revancha, pero eso me lo tengo que ganar y demostrar que soy capaz”, dijo