Hace casi 20 años que México ganó por última vez en Honduras y 48 que lo hizo en San Pedro Sula. Fue el 2 de mayo de 1993, el último partido en que la Selección Mexicana derrotó a los catrachos en su cancha durante un partido correspondiente a la eliminatoria.

Aquella ocasión fue rumbo al Mundial de Estados Unidos 1994. Uno de los integrantes del once mexicano que se plantó en la cancha del Estadio Tiburcio Carías de Tegucigalpa es David Patiño, quien aseguró que se trata de uno de los escenarios más complicados a los que el Tricolor se enfrenta en las eliminatorias mundialistas, por el entorno y por el estilo de los catrachos.

“Al final del partido hubo mucha inseguridad, hubo frustración de los aficionados de Honduras que se transformó en violencia, hubo hasta gases lacrimógenos y nos quedamos tres horas en la cancha para poder salir. “Es un juego muy difícil, además, los jugadores hondureños tienen un biotipo muy complicado.

Honduras se distingue porque es uno de los equipos más fuertes de Centroamérica, tienen jugadores en Europa y son una raza competitiva, hay mucho físico en ese juego”, señaló el ex seleccionado mexicano de 1993.

Bajo un contexto hostil como se acostumbra en Centroamérica, aquella tarde, el equipo dirigido por Miguel Mejía Barón fue contundente desde los primeros minutos, algo que para Patiño es clave en este tipo de duelos: “Pudimos marcar rápido y nos funcionó muy bien la táctica fija. El equipo estuvo sólido en defensa y certero al ataque, eso es clave”, afirmó.

Sin embargo, los catrachos tienen en San Pedro Sula su propia fortaleza para enfrentar al Tricolor, tanto en el Estadio Francisco Morazán como en el Olímpico Metropolitano, que son los dos inmuebles que la Selección Mexicana ha visitado sin conseguir buenos resultados.

De hecho, la última victoria de México en San Pedro Sula se remonta hasta el 4 de marzo de 1965, cuando el Tricolor venció por 0-3 a los hondureños. Desde aquel partido en 1993, el Tricolor ha tenido cuatro intentos fallidos de vencer a Honduras en su territorio, pero David Patiño ve hoy más que nunca un equipo con jerarquía que puede romper con esa malaria y recomendó a los jugadores acostumbrarse a convivir con ese tipo de enfrentamientos.

“La Selección tiene jugadores de jerarquía y espero que imponga su calidad. Es importante que hagan un buen juego allá y ganen, dado las circunstancias de la eliminatoria. México es el equipo más fuerte de la zona y ellos (Honduras) siempre van con esa ilusión de ganar el partido. Nosotros tenemos que convivir con esa circunstancia”, puntualizó el ex jugador de los Pumas.