En Pumas el apellido Verón quedó grabado con letras en azul y oro, pues Darío Verón es el extranjero con más triunfos en la historia del club y eso, para Arístides (hermano mayor del exjugador), es motivo de orgullo y responsabilidad, pues sabe que él trabajando en Universidad como preparador físico tiene que mantener el prestigio de la familia.

“Para mí significa mucho, estoy muy orgulloso de él, se ganó todo aquí y para él Pumas es todo. Él tuvo la oportunidad de ser el futbolista que juntos soñamos, toda la familia está muy orgullosa de él, lo que más le admiro es lo profesional y que nunca dejó de trabajar y nunca dudaba en ser Campeón y lo logró varias veces”, al tiempo en que compartió cómo era entrenar al excapitán felino.

“Él sólo descansaba un día del equipo, pero a mí me decía ‘ya, qué hacemos hoy’, y en vacaciones siempre entrenaba, se mantenía trabajando, y no hacía falta exigirle, él hacía todo”.

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Pero ser hermano de la leyenda auriazul no siempre ha sido bueno para Arístides, ya que desde 2006 que trabaja en Pumas, hubo quien dudo de su capacidad y creyó que había sido Darío quien lo ‘metió’ a trabajar al club.

“Desde chicos estuvimos juntos y por eso cuando me dijo de venir a México, dije ‘voy’, pero fue hasta 2006 que empecé a trabajar en Pumas y no fue por él. Me preparé, alguna vez escuché porque no lo dicen de frente, que estaba ahí por él, pero en algún momento salí y demostré que no estaba en Pumas por él, que tengo capacidad y soy bueno en lo que hago”, explicó