Gabriel Pereyra dice adiós al futbol profesional. Y es que después de 15 años de carrera, anunció el atacante que llegó el momento de ‘abandonar’ las canchas. Con voz cortada y reconociendo las lágrimas que le causa su retiro, el ‘Místico’ explicó el motivo de su decisión.

¿Por qué te retiras?

No es retiro porque del futbol nunca me voy a retirar, lo jugaré siempre. Analicé muchas cosas,

porque más que futbolista soy persona. Ya no quiero mudar a mis hijos de una ciudad a otra; también analicé mi físico porque más adelante si me forzo tendré deficiencias.

¿Es la decisión más difícil?

Es la que más me va a marcar la vida y la que más he meditado. Se me han llenado los ojos de

lágrimas, pero gracias a Dios lo estoy tomando con tranquilidad, lo asumiré como lo he hecho en otras cosas.

¿Qué dijo tu familia?

Que estoy loco, que sino lo medité. Que puedo competir porque físicamente estoy bien, pero así como ellos me ven, yo me veo bien mentalmente para asumir la decisión.

¿No hubo opciones para seguir jugando?

El único equipo donde yo quería jugar era en Puebla, estaba ansioso de que se diera, pero no fue así y por eso lo decidí.

Lobos BUAP fue el único equipo que se contactó conmigo. Tratamos de hablar a la Federación,

meter los papeles de mi naturalización y desgraciadamente no se pudo, pero si hubiera sido Lobos yo habría seguido jugando.

¿Te faltó vivir algo?

No. Aunque lo único que pido, pero que aún no he podido hablar porque no me han recibido es poder entrar a la cancha para que mis hijos me vean jugar un último partido, aunque sea algo amistoso, simbólico porque quiero entregarle los botines a mis hijos. Pero lo demás no, el futbol me ha dado todo, no puedo pedir más.

¿A qué te dedicarás ahora?

Claro no lo tengo, pero seguiré ligado al futbol, aunque sea en una escuelita o en un parque. Me gusta la docencia, tengo proyectos al respecto. Y también el ser entrenador, trataré de colocarme en un cuerpo técnico para poder empezar, me falta un año para terminar el curso.

¿Qué decirle a la afición?

Sólo gracias porque a través de ellos me he fortalecido, siempre he tratado de dar el extra porque

sabia que había sentimiento por parte de ellos y eso me daba fuerzas.