No hace falta que se siente en la banca. “El entrenador ya caducó”, dijo el propio Johan Cruyff el sábado pasado. Su presencia es suficiente para provocar un efecto positivo. Guadalajara fue prueba de ello en el partido de este domingo, frente a Santos Laguna.

Por la mañana, el legendario holandés estuvo en el hotel de concentración del Rebaño Sagrado. “Solamente nos presentamos. Aunque él no tenía necesidad de presentarse. Es un orgullo y privilegio estar con él. Nos dijo una que otra palabra que nos ayuda”, relata Marco Fabián.

La carga emotiva rindió frutos de inmediato. Marco Fabián marcó un gol y colaboró en el otro que permitió a Chivas sumar su primera victoria del año. El propio jugador explica la presencia de Cruyff: “Son motivaciones extra que siempre nos sirve de una u otra manera. El futbol, como nos dijo, nunca se nos ha ido. Quizá habíamos caído en desconfianza. Quizá necesitábamos un impulso. Creo que hoy fue una bonita tarde para retomar todo eso, volver a los inicios y lo demostramos en la cancha”.

Más tarde, el holandés se dirigió al estadio Omnilife. Compartió impresiones con Jorge Vergara y su esposa, quienes le acompañaron en el palco. Johan Cruyff es un imán por sí mismo. Y todo lo que atrae, al menos en el inicio de su era con Chivas, son cosas positivas.

Aplaudió los goles rojiblancos, igual que la atajada de Luis Michel en el penal de último minuto. Y cuando abandonó el palco presidencial, los aficionados comenzaron a sacar fotos. Consignas de agradecimiento llovieron sobre él. Sonrió y saludó. Los seguidores intentaron fotografiarlo, aunque sea de lejos.

Johan Cruyff es el icono del futbol total que practicó la Naranja Mecánica en 1974. Pero hoy también es el símbolo de la esperanza rojiblanca. Su sola presencia ya sirvió para que Chivas sumara su primer triunfo.