Eduardo Herrera, Ismael Sosa y Marcelo Alatorre convivieron con aficionados en la tienda Nike Store que está detrás del Estadio Olímpico; sin embargo, la firma de autógrafos se le salió de las manos a la gente de Pumas y acabó en corretiza.

Más de 200 personas llegaron a la tienda para que sus jugadores les firmaran toda clase de objetos, pero los aficionados superaron las expectativas de los organizadores. Entonces, al término del tiempo estipulado seguían decenas de seguidores auriazules en la puerta principal, por lo que personal del Club Universidad improvisó un ‘operativo de seguridad’ para sacar a los jugadores.

Y después de una serie de diferencias entre la gente de seguridad de la tienda y la del club, los jugadores salieron a la puerta a agradecer a los fanáticos; ya dentro, los tres futbolistas recibieron instrucciones de cómo salir.

Los primeros en hacerlo y sin problemas fueron Marcelo Alatorre y Eduardo Herrera, pero la peor parte se la llevó Sosa.

La misma gente de Pumas instruyó al acompañante del ‘Chuco’ para que se llevara su coche, pues el jugador tenía que esperar ‘escondido’ a que se fuera la gente.

Pero los aficionados lo descubrieron e Ismael tuvo que salir por una rampa, escoltado por gente de seguridad, pero ni así se salvó de que decenas de fanáticos lo corretearan hasta que se subió al coche propiedad de un trabajador de Pumas.

Minutos más tarde, el coche en el que Sosa salió regresó a la tienda con el jugador cuando ya no había gente, pues ahí regresó su chofer por él, ya que su intempestiva salida fue sólo para despistar a los fanáticos.