Para goleadores en el América, nadie mejor que Enrique Borja, quien consiguió por 3 años consecutivos ser el máximo romperredes del futbol mexicano con la playera azulcrema, equipo al que llegó de forma polémica al salir de los Pumas de la UNAM.

Desde el inicio de su carrera, Borja demostró que lo suyo era anotar, lo hizo con Pumas, América y hasta con la Selección Mexicana y está en la historia azulcrema con una marca difícil de igualar. Borja logró 3 títulos de goleo con las Águilas, el primero en la temporada 1970-1971 en la que hizo una gran dupla con el chileno, Carlos Reinoso y haciendo 20 goles se quedó con esa distinción.

En la 1971-1972 repitió como el máximo romperredes en México al llegar a 26 goles en 33 partidos y en la tercera, hizo 24 en la 1972-1973, en donde protagonizó una lucha por el título de goleo con el atlista, Ricardo Chavarín, quien terminó con 23.

El Cyrano, como era conocido Enrique, también tuvo títulos en conjunto ya que en en la 1970-1971 y en la 1975-1976 levantó el trofeo de Liga con el América, además de una Copa México y un Campeón de Campeones. Con Selección Mexicana, Borja hizo 32 goles y jugó las Copas del Mundo de Inglaterra 1960 y México 1970.

¿Por qué fue polémica su llegada al América?

Enrique Borja nació futbolísticamente en Pumas, debutó profesionalmente en 1964 y tuvo 5 muy buenos años, por lo que llamó la atención del América. Fue hasta 1969 cuando las Águilas lo compran por 400 mil pesos, ya que la UNAM no podía pagarle un aumento de sueldo, pero este cambió no fue aceptado por Borja, quien no quería vestirse de azulcrema.

Incluso, Borja buscó ayuda presidencia, fue con Gustavo Díaz Ordaz a Los Pinos para tratar de arreglar algo, pero sin éxito. “Díaz Ordaz habló con el rector Javier Barros Sierra. Sin embargo, no pudo hacer nada; me tenía que ir al América. Lo que sí conseguí es que mandara una iniciativa de ley para que los jugadores recibieran dinero por los traspasos de venta”, dijo Borja al Excelsior.

La polémica duró varios meses y fue hasta julio cuando Borja logró firmar con el América, sin saber que sería el inicio de una historia con final feliz.

“Me citó Guillermo Cañedo, directivo del América, para comer y me dio un contrato firmado por la directiva de Pumas, donde me cedían; fue ahí cuando le dije que no era un costal de papas”, añadió.

Tardó en anotarle a Pumas y fue en su adiós

Fue jugador del América de 1969 a 1977, hizo 103 goles y dijo adiós frente a los Pumas, su exequipo y al que no le había marcado; aquella tarde les hizo un par de goles. “Le pedí la pelota al árbitro, le dí un beso y la guardé. Hasta la fecha la tengo. Para mí era significativo meterle gol a Pumas y sabía que haciéndolo no me podían sacar”, comentó Borja.

El duelo fue raro, ya que era el adiós de Borja por tener una mala relación con el técnico, Raúl Cárdenas, en un duelo donde buscaron que solamente jugara 5 minutos, pero no se les hizo. “Estábamos chutando a gol y cuando fui a recoger una de las pelotas escuché que estaban hablando de mí. Me regresé a casa y charlé con mi esposa sobre lo sucedido. Fue la semana que más me preparé para un partido”, recordó.

Le dijo adiós a las canchas como el tercer mejor anotador en la historia de la Liga con 168 por debajo solamente de Horacio Casarín y Adalberto “Dumbo” López, quienes hicieron 238 y 201, respectivamente.

Era ídolo del Chavo del Ocho

Su historia goleadora con el América lo hizo ser homenajeado por Roberto Gómez Bolaños en el Chavo del Ocho, ya que cada que jugaba futbol en la vecindad simulaba ser Enrique Borja.