La ultima rebeldía de los seleccionados nacionales y el claro ejemplo de que se adueñaron del equipo mexicano se dio antes del inicio de la Copa Oro, como es una costumbre el director de selecciones y los jugadores liderados por Andrés Guardado y Javier Hernández había negociado y establecido los premios por ganar el torneo del área, una fuente cercana a la selección reveló que los futbolistas al enterarse de que la selección de Estados Unidos cobrarían más en caso de coronarse campeones, el grupo comandado por el Chicharito exigió que se replantearan los premios o no jugarían la Copa Oro.

Santiago Baños, actual director deportivo de la selección y en ese entonces auxiliar de Miguel Herrera, confirmó el descontento de los futbolistas y que renegociaron con Héctor González Iñarritu: “no estaban contentos con el premio, pero la negociación fue antes de que empezara el torneo, había un premio estipulado y llegaron los jugadores en su derecho con Héctor y dijeron: ‘sabes que, creo que merecemos un poco más'”.

La permisividad de Héctor González Iñarritu molestó a varios de los propietarios ya que en un principio tenía presupuestado dos millones de dólares como premios y tuvieron que poner en la mesa un millón de dólares más para satisfacer el capricho de los jugadores.

El ahora directivo aseguró que este tipo de situaciones se deben de trabajar de una mejor manera: “lo que se tiene que hacer es evitar ese roce tan pegado a los torneos”.

Ahora con la llegada de Guillermo Cantú a la secretaria general de la FMF una de las directrices es evitar que los futbolistas manipulen y amenacen con jugar o no un torneo a partir de los premios.