Después de este domingo 25 se septiembre, el deporte motor mexicano contará un nuevo hito a las próximas generaciones que tendrán una referencia, un punto cardinal en un mapa que sigue siendo desconocido para México: el Mundial de Motociclismo.

El norte apunta a Gabriel Martínez-Abrego, y con 18 años cumplidos (apenas el 16 de este mes patrio en México), el nacido en Monterrey, Nuevo León, se convertirá en el primer piloto de motos mexicano que competirá en una categoría de campeonato mundial: Moto 3, una de las dos antesalas a MotoGP, la F-1 del motociclismo.

“Pues muy orgulloso. Hacer historia en México es muy importante y estoy muy contento y muy agradecido con todos los que han podido hacer esto posible, especialmente patrocinadores y familia, sin ellos no lo estaría haciendo”, nos dice pausadamente ‘Gabo’ y con un marcado acento regiomontano; dos años viviendo en España no han sido suficientes para arrancarle el abolengo norteño, pero sí que han nutrido el deportivo (su padre y su abuelo también corrieron motos).

“En España me doy cuenta de todo lo que hacen para que el motociclismo crezca. Las federaciones están apoyando muchísimo y todo lo que hay alrededor de las motos es muy grande; la afición especialmente”.

“Creo que hay mucha afición para las motos pero no hay donde competir en México; donde sea seguro competitivo, barato y profesional. Si todo eso mejorara México tendría un buen nivel; pistas especialmente. No hay”, denuncia Martínez-Abrego quien compite en la Moto 3 Junior de campeonato mundial.

“El nivel del Mundial (MotoGP) es obviamente más arriba, pero el Mundial Junior de Moto 3 sí es un nivel muy alto –matiza vía telefónica- siento que el paso de la carrera, es decir, las vueltas que hacen durante la carrera (en Moto 3) son mucho más rápidas en el Mundial que en Junior, así que a eso debo estar muy atento: a hacer buenas vueltas y no quedar muy atrás”.

“El equipo (Motomex Team Moto3) está motivándome. Me dan muchas cosas que hacer y me dicen que es una experiencia que hay que aprovechar lo más posible y aprender de los pilotos del mundial; y si hay que quedarse dos curvas con ellos pues hacer dos curvas de trazada”, asegura con la humildad propia de un novato, aunque por fortuna el circuito de Aragón lo conoce: “Es algo bueno que no sea una pista nueva para mí”, alegremente nos confianza este joven aventurero.