Los Pumas de Hugo Sánchez serán recordados por el primer y único Bicampeonato en la historia de los torneos cortos hasta ahora, pero también porque el ex técnico cobraba para jugar, como lo revela su propio sobrino, Horacio Sánchez, quien disputó 10 torneos con los universitarios, del Verano 1997 al Clausura 2003, sin recibir grandes oportunidades, incluso con su tío en el timón.

En la edición del viernes 18 de noviembre de 2005, el periódico RÉCORD publicó un informe detallado en el que se revelaba que Hugo cobraba a los jugadores; hoy, es su sobrino quien confirma el ‘negocio’, en el que también participaba el auxiliar técnico Sergio Egea ex entrenador de Estudiantes de Altamira. De hecho, Horacio precisó que Francisco Fonseca fue uno de los que soltaron dinero.

Para jugar en Pumas con Hugo, se tenía que pagar. ¿A ti te tocó?

Es de las cosas por las cuales no jugué, ¿cómo iba pedir dinero a su sobrino? Era una de las causas por las cuales no tuve participación.

¿Qué le dijiste, te sorprendiste?

Egea tenía a sus jugadores y por eso jugaban. Ahí tenemos a (Francisco) Fonseca, que nunca metió un gol en toda la temporada (Apertura 2004), siendo titular, jugando todos los partidos, solamente metió goles en las Finales y de eso es de lo que vivió, fue al Mundial y muchas otras cosas, pero al final es de los que te digo que soltó ‘lana’.

¿Cómo o cuánto cobraba Hugo a los jugadores?

Es un porcentaje mensual y por contrato, que al final eso es lo que se gana en acuerdos; conmigo no se atrevió a tanto y es de las causas importantes por las que no jugué, prefirió hacer mejor negocio con otras personas que con su familia, ¿cómo me iba a cobrar?

¿Te rehusaste?

Por supuesto, y tan es así que por eso salí de la institución.

¿Qué decía tu papá, Horacio Sánchez, ante esta situación?

Él, muy político. Todo se le debo a él. Muy ecuánime, me tranquilizó, me decía ‘ya viene la tuya, ten tranquilidad, paciencia, las cosas se acomodan’, y se acomodaron de una manera que no fue la mejor.

¿Cómo ves a los Pumas actuales?

Mal. Sí estoy muy triste por esa situación. A mi parecer, la gente que está manejando no es la adecuada, porque al final los identifican más con América, me refiero a García Aspe, que no tiene que estar haciendo ahí gran cosa. Hay mucha gente que en verdad tiene los colores bien identificados y me parece que no van por buen camino.

¿Crees que la mística del club no se está respetando?

No veo esa garra, esa mística que los que pasamos ahí en la institución desde niños la tenemos, aprendemos a quererla, amarla, valorarla y de verdad que para estar jugando ahí hay que dar mucho más de lo que se está dando ahora.

Ahora que ya pasó el tiempo, ¿cómo analizas tu estancia en Pumas?

Todas son enseñanzas. Yo estaba muy chavo cuando estuve en Pumas, salí igual, siendo muy joven, y me fui a jugar a otros lugares, en León, en el extranjero, como en Brasil, muy poca gente lo sabe, y hacer mi carrera fuera de México.

¿Te faltaron oportunidades?

Sí, en algún punto pude demostrar en base a futbol y goles medio levantar la mano para oportunidades, incluso en Selección, de pronto de quedar campeón goleador de un torneo en Copa Estados Unidos y no ser llamado es…

¿Cómo recuerdas esa Copa USA en 2000, con varios Pumas que representaron a la Selección Mexicana?

Fue un combinado como dicen el ‘Comando Puma’, pero al final fue FIFA y ante la gente yo tengo tres partidos y tres goles con los cuales quedé campeón goleador del torneo y llevo récord perfecto (risas), cien por ciento de efectividad: ya no pude representar a otra selección y no se dieron más las oportunidades lamentablemente.

En su momento, también se esperaba que con tu tío Hugo Sánchez como entrenador de Pumas tuvieras más oportunidades

Mucha gente lo creyó así, inclusive yo. Él llegó yo ya siendo titular, ya había jugado en Pumas, Semifinales que había disputado con (Roberto) Saporiti y me puse muy contento al saber que Hugo iba a estar ahí como entrenador; cuál es mi sorpresa, que no tuve las oportunidades que la gente hubiera pensado y manifestándolo en el terreno de juego y los entrenamientos, prefería mantenerme al margen de ello, pero llegó un momento en el cual me entró ya la desesperación al ver que no me tocaba actividad y veía cómo de pronto perdíamos partidos y no había goles, y ahí sí ya entraba mi frustración y enojo, ya no pude aguantar y por eso es que también salí de Pumas.

¿Qué fue lo que pasó?

Al final hablamos y me comentó que era muy difícil para él, el hecho de ser su sobrino y que me metiera a la cancha.

Por más gente me pidiera o quisiera verme jugar o demostrar en los entrenamientos; incluso compañeros hicieron una junta para preguntarle a Hugo del por qué no jugaba, de verdad es algo muy bonito que recuerdo.

¿Afectó tu relación con él en los años posteriores, le hablas ahora?

Sí afectó sobre todo mi carrera, lastimosamente todos sabemos que se ha hecho de muchos enemigos y para ese entonces había puro lavolpista, si yo no estaba con él, pues con quién iba a estar, ése era el problema que yo tenía y era por eso que tuve que salir del país e irme a otro lado a jugar porque aquí no tenía oportunidad alguna.

¿Tú papá se lleva bien con él?

Los que estuvimos ahí sabemos quién fue el que nos dirigió y entrenó para ese Bicampeonato; mi padre nos conoce a la base del Bicampeonato desde que éramos chavos y jugábamos juntos, sabemos que él fue el que nos hizo Campeones. Después que se separaron y al no estar mi padre con él, qué casualidad que Hugo no logró nada más.

¿Le guardas rencor?

No, al final ya pasó tiempo de esto, sabrá él por qué hizo esta situación y que le vaya bien.