El futuro de Cruz Azul está por cambiar. La orden de aprehensión girada contra Guillermo Álvarez, presidente de la cementera y del club celeste, aceleró el plan del grupo disidente que busca la silla de la Cooperativa sobre los destinos de La Máquina: eligieron a Carlos Hermosillo como la figura directiva del equipo mientras se hace la transición de poder al interior de la institución. A falta de remover a Billy, al grupo opositor le falta el presidente y un plan para guiar al conjunto azul.

Con la remoción de Billy, la Cooperativa necesitará una asamblea extraordinaria para nombrar a un nuevo presidente, emanado casi inminentemente del grupo disidente que ha luchado por años por remover a la familia Álvarez del poder. Este grupo tiene ya un plan trasado para dirigir todos los negocios que involucran a la Cooperativa Cruz Azul, excepto al club de futbol.

Lo único que ya está en la mesa para empezar a delinear la estrategia para dirigir a La Máquina, es colocar a un hombre identificado con los colores del equipo como símbolo del cambio, que cuente con la simpatía de la afición a fin de ganar tiempo en los siguientes meses y así poder gestionar sin presión un cambio que se vislumbra lento: Carlos Hermosillo.

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La idea de este grupo es que el ex delantero campeón con Cruz Azul en el Invierno 97 sea una especie de ‘director’ o incluso ‘presidente’ en la parte deportiva, sin que se meta en los administrativo o financiero, es decir, una figura que parezca tener el control total, que sea el representante del equipo mientras se transforma el interior del club celeste.

Lo que es un hecho es que los integrantes actuales de la estructura azul deberán cambiar con la salida de Billy Álvarez, de arriba a abajo, pues el grupo disidente ha identificado que la gran mayoría hoy opera para proteger al aún presidente cementero, por lo que ya definieron que serán un problema para lograr un real cambio en el control de Cruz Azul.

Desde que la posibilidad de remover a Álvarez de la silla aumentó, el bando opositor ha estudiado opciones de presidentes para entregar la gestión del club, sin embargo, aún no tienen un candidato ganador. El problema que aún no han medido es que esta transformación justo a la mitad de un torneo es una ‘granada en la mano’, pues no es posible generar cambios profundos sin un dirigente operando y removiendo a la gente que opera actualmente.

Colocar a Hermosillo sólo será un paliativo. La nueva directiva necesitará a un líder total, un personaje con experiencia en el medio, pero sobre todo, que sepa cómo gestionar a una organización tan grade como el Club Deportivo Cruz Azul.