Fulminar la racha de una década sin vencer al Guadalajara en el estadio Azul sólo es un detalle más. Lo que realmente tiene contento a José de Jesús Corona es la exoneración, por parte de la Comisión Disciplinaria, a los dos futbolistas que dieron positivo por clembuterol en el control antidopaje practicado durante la primera jornada del Apertura 2013.

Aunque no se dieron a conocer públicamente las identidades de los involucrados, diversos hechos señalaban al meta de los Cementeros y a Marco Jiménez, volante del Querétaro.

“De antemano, sabíamos que no se hizo con la intención de sacar ventaja y qué bueno. Me pone contento esta determinación que se toma”, comparte el seleccionado nacional.

“Estuvimos tranquilos durante la semana. Sabíamos que podría haber castigos, pero se dieron cuenta que (el clembuterol) es un problema de salud a nivel nacional y las partes involucradas deben poner más atención”.

Discurso argumentado con su hoja curricular, en cuanto a situaciones de dopaje.

“Siempre me he hecho exámenes de ese tipo y nunca ha pasado que se me detecte alguna sustancia”, presume. “Por ese lado, estoy tranquilo. Se hablaba mucho de mi nombre, (pero) no se dieron a conocer los de los involucrados”.

“En las imágenes siempre aparecía yo, pero estoy muy tranquilo y consciente de que me he dedicado al deporte sin ingerir alguna sustancia prohibida”, finalizó el arquero cementero.

Diferencia de opinión

El arbitraje es uno de esos mundillos del futbol que siempre ofrece diferentes ópticas. Todo depende de la más reciente experiencia.

Mientras Benjamín Galindo, director técnico del Guadalajara, asegura que el trabajo de los jueces marcó diferencia ante La Máquina, su contraparte azul, Guillermo Vázquez, —quien se había quejado de los silbantes— sentencia que “ahora no influyó”, pese a que el primer gol de Joao Rojas se dio en claro fuera de juego.