América fue más ‘perro’ que Tijuana y con 9 hombres durante gran parte del encuentro, consumó el triunfo por marcador de 2-1, que le permite amanecer en lo más alto de la tabla general.

Bajo una dosis de estamina pura, las Águilas vuelan alto en el Clausura 2013 y vencieron por primera vez en su historia a los Xoloitzcuintles y, de paso, quebraron una racha de 13 partidos sin que los pupilos de Antonio Mohamed perdieran en el Estadio Caliente.

Tan pronto sonó el silbatazo inicial, el local demostró el ímpetu de hacer respetar su territorio y en los botines de Duvier Riascos surgió la primera acción de peligro de la tarde, pero su disparo careció de colocación y Moisés Muñoz contuvo sin complicaciones.

El cuadro de Antonio Mohamed lucía mejor en el terreno de juego, el rival era tímido en sus deseos de ataque; sin embargo, una jugada de riñones de Rubens Sambueza por izquierda acabó en una pena máxima cuando Benítez recibió un pase en el área y fue trastabillado por Cristian Pellerano ante el desacuerdo de varios integrantes del cuadro fronterizo.

Osvaldo Martínez fue el encargado de cobrar desde el punto de los once pasos y dar la ventaja a su escuadra. En 25 minutos, el árbitro central Miguel Ángel Flores, que salió con el traje de quisquilloso puesta, ya había mostrado siete amarillas en el campo, la última de ellas a Rubens Sambueza, quien recibió su segunda amonestación tras increpar a Riascos y se fue temprano a los vestidores ante la rabia de su técnico.

Fidel Martínez tuvo una oportunidad clara para empatar, se perfiló solo frente al arco, pero su remate se fue ligeramente por un lado ante el rostro pasmado de los americanistas.

La polémica de los hombres de negro continuó en el Estadio Caliente y con los ánimos encendidos, Aquivaldo Mosquera vio la tarjeta roja al derribar a Fernando Arce en tres cuartas partes del terreno. Miguel Herrera, desconcertado, no tuvo más remedio que sacrificar a Benítez y en su lugar meter a Juan Carlos Medina debido a las circunstancias del partido.

Los Xolos ‘ladraban’ con fuerzan en el céspede, pero siempre se encontraron con un rival que defendió su muerte su puerta y como lo deseó su entrenador, encontraron lo que parecía imposible, ya que en un contragolpe por derecha Paul Aguilar condujo el esférico hasta antes de entrar al área y metió disparo fulminante que venció a Saucedo.

El segundo gol en contra no desmotivó a los locales y al grito de “sí se puede” fueron impulsados por su público a remontar la adversidad. El esfuerzo fue insuficiente y a pesar de que Pablo Aguilar descontó gracias a un cabezazo en el área chica, el destino ya estaba marcado a favor de la causa americanista y al compás del silbatazo final, Miguel Herrera festejó con furia y desencajo lo logrado por sus muchachos ante un Moisés Muñoz que consagró su heroismo a lado de sus compañeros todavía con una salvada fundamental en tiempo de compensación.