La suspensión de Patricio Araujo le abre la puerta. Jorge Enríquez será titular en el medio campo de Chivas, el domingo frente al América. El Clásico es de por sí un partido diferente, pero para “El Chatón” se trata, además, de la oportunidad perfecta para resurgir.

Ha perdido la titularidad en el Rebaño Sagrado. Ha dejado de ser considerado para la Selección Mexicana. El futbolista rojiblanco reconoce, con humildad, la baja de juego. Su carrera necesita un partido brillante ante las Águilas para repuntar.

“Yo sé que simplemente tuve una baja de juego y he trabajado muy fuerte. Creo que estoy en un momento importante, un momento que cambiaría el rumbo de las cosas, de hacerlo así hasta el equipo se metería en zona de calificación. Es un partido muy importante para mí y para todos”, admite Enríquez.

El mal tramo lo ha invitado a la reflexión. “Bueno, no tengo un motivo en específico, pero así es el futbol, a veces estas arriba, otras veces no estás en el nivel que tú quisieras. De ahí se empiezan a especular muchas cosas, empiezan a hablar cualquier tipo de cosas o empiezan a buscarle un motivo”, explica.

Dejar de ser considerado para el Tricolor le duele. “Uno quisiera siempre estar en un nivel optimo, un nivel que sea siempre bueno. A veces las cosas no salen, el futbol es de momentos, pero he trabajado en eso, he aprendido y quiero estar ahí. Sé que puedo estar en selección, sé que haciendo las cosas bien pueden voltear para acá y tomarme en cuenta, pero necesito hacer las cosas bien aquí. Debo aprovechar esta oportunidad, este partido representa para mí eso”, detalla “El Chatón”.

Hoy, una suspensión le permite ser titular para el Clásico. Los reflectores estarán puestos sobre ese partido. Es la posibilidad ideal para volver a los primeros planos. “Todo pasa por algo. Es lo que esperé, no por desearle mal a nadie, pero obviamente esto es de momentos y oportunidades. Yo he estado en mi carrera muchas veces en esta posición, espero volver a resurgir, aprovechar esta oportunidad y marcar diferencia”, sentencia Enríquez.

Ha esperado paciente por la oportunidad y ahora tiene confianza en sí mismo. “A veces uno se siente al 100 por ciento, pero faltan cosas por trabajar, siento simplemente que estoy en muy buen nivel y el domingo se van a dar cuenta”, promete el mediocampista del Rebaño Sagrado.

El domingo, en el Clásico Nacional, se encontrará con viejos conocidos. Raúl Jiménez sí jugará y Diego Reyes se perderá el partido por suspensión. Son sus amigos. Vivieron juntos el histórico título olímpico en Londres 2012. Aunque no ellos no ha cruzado apuesta alguna.

“No. Son grandes amigos y grandes personas, pero aquí se juega el orgullo más que cualquier otra cosa. También he jugado contra ellos en fuerzas básicas, es echarle carrilla es echarle burla, que duele. Duele cuando pierdes, duele mucho que te digan. Entonces, es un partido que no se puede perder y en la cancha dejas las amistades a un lado”, concluye Enríquez.