El 2 de junio de 2005, Chivas le propinó una de las peores goleadas de su historia a Boca Juniors, pues le metió cuatro goles en el Jalisco, los suficientes para eliminarlo de los Cuartos de Final de la Copa Libertadores.

El Rebaño Sagrado de Benjamín Galindo hizo valer su condición del local y tomó una inesperada e importante ventaja sobre los Xeneizes de Jorge Benítez.

Johnny García adelantó al conjunto rojiblanco; en la recta final del primer tiempo subió a rematar un tiro de esquina y con un contundente cabezazo perforó la portería defendida por Roberto Abbondanzieri.

Los mexicanos tuvieron una motivadora plática durante el medio tiempo y en la parte complementaria desplegaron un futbol sumamente ofensivo, por lo que lograron meterles tres goles más a los argentinos.

Omar Bravo anotó el gol que significó el 2-0 parcial y casi de manera inmediata cayó el gol de Juan Alfaro y el de Adolfo Bautista, que significó el 4-0 definitivo.

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Boca Juniors lo intentó, pero no pudo hacerle daño a Chivas. En el segundo partido de la serie, el tiempo se comió a los pamperos, quienes por la desesperaron comenzaron a agredir a los aztecas.

Martín Palermo y Adolfo Bautista fueron expulsados tras haber protagonizado un conato de bronca, el cual se hizo más grande luego de que unos aficionados invadieron la cancha de La Bombonera.