Dejando a un lado las probabilidades en el futbol, son fundamentales las formas. Hay equipos que buscan sumar, otros que quieren hacer buen futbol y quienes quieren, pero no pueden, como es el caso del Atlas. En esta ocasión, cayeron 3-0 en su ante Jaguares de Chiapas.

Tres latigazos, los dos primeros en 10 minutos, pusieron al Atlas en mal estado. Primero Lucas Viatri comenzó una jugada en la que habilitó a Romero, este fintó y dejó el balón a la llegada de Mendieta quien venció a Pinto para abrir el marcador y cuando Atlas intentó reaccionar, en un tiro de esquina mal ejecutado, David Toledo tomó el balón, uso de buena forma el movimiento por detrás de Mendieta y cuando el defensa no supo qué hacer, cambió a su perfil derecho y colocó el balón lejos del alcance de Pinto. Asad agachó la cabeza y se resignó.

Lo volvió a intentar Atlas, porque si de ganas se tratara a los tapatíos les sobra; sin embargo, no existe mucha claridad en el ataque y si no es una pincelada de Bravo o Vuoso, el ataque Rojinegros no existe, al menos así sucedió en los primeros 45 minutos de este cotejo, que todavía no terminaba de escribir su historia.

Luis Rodríguez recuperó una pelota atrás de la media cancha y comenzó a conducir, la defensa rojinegra consintió demás a un elemento que se destaca por la velocidad y cuando quisieron apretarlo, el jugador de Chiapas FC ya estaba definiendo en las barbas de Miguel Pinto, que por tercera ocasión, en 30 minutos, tenía que recoger el balón de su portería. Todavía Romero pudo poner las cosas peores, pero su disparo se encontró con el poste y ahogó una oportunidad más. Marco Antonio Rodríguez puso la tregua y los mandó al descanso.

La parte complementaria tuvo a Jaguares buscando aumentar la ventaja, Romero de nueva cuenta estrelló el balón en el poste y a partir de ahí, Atlas buscó la forma de llegar a la portería de un Jiménez que, probablemente, tuvo el juego más tranquilo de su carrera.

Con los movimientos, Asad intentó reacomodar a su equipo, pero Jaguares le permitió muy poco, conteniendo sus embates y provocando la desesperación del conjunto atlista que Omar Bravo encarnó, pues al disputar un balón con Luis Rodríguez, al de Los Mochis no le gustó terminar en el suelo y se formó un conato de bronca, que se disipó de inmediato, había que conservar la honra de otra forma.

A Omar Asad no se le da el Reyna, pues anteriormente estuvo dirigiendo al Emelec de Ecuador en la Copa Libertadores 2011 y se llevó la derrota; ahora, no solamente sufrió su segunda derrota a manos de Jaguares de Chiapas, sino que su futuro en el Atlas pende de un hilo, sin conocer el triunfo en lo que va del torneo, mientras que Jaguares hilvano su tercer riendo consecutivo, se consolida entre los primeros del torneo y superó por dos unidades al Atlas en la tabla porcentual.