Carlos Fierro ha sido un suplente en el planteamiento de Matías Almeyda. No fue hasta la lesión de Rodolfo Pizarro que logró sus primeros dos partidos como titular en Liga con el Rebaño Sagrado.

Aun así, Fierro supo aprovechar la segunda oportunidad para dar un valioso triunfo al Rebaño Sagrado que no solo le devolvió el liderato (a falta de que juegue Toluca) y que le permite acariciar la clasificación a la liguilla (según la tendencia de los últimos torneos).
En Copa, Fierro ha disputado cuatro partidos, todos como titular, y ha marcado dos goles. De estos, uno definió el encuentro (0-1 ante Veracruz) y el otro fue el inicio de la remontada 3-1 ante Atlante.

La oportunidad de la titularidad en Liga llegó ante Monarcas, donde el Rebaño dio uno de sus peores partidos y no pasó del empate a cero. El resultado además ocasionó que cediera el liderato general.

El atacante no desaprovechó una segunda oportunidad de salir de inició en el Clausura 2017 y fue ante el panorama más adverso que sacó su mejor nivel.

Puebla vencía 2-0 de visita a Guadalajara, Alan Pulido acercó el 2-1, pero después vino un centro de Fierro que despejó mal el poblano Osvaldo Centurión y se metió en propia red.

En tiempo de compensación la ambición de una remontada se concretó en ocasiones de peligro de Chivas frente al portero, pero fue en el momento menos pensado que llegó el triunfo.

Tras una jugada, Campestrini tomó el balón con las manos y lo colocó al frente para caminar y consumir el tiempo de compensación que le daba un punto a los de la Franja.

El portero no se percató que Fierro se había quedado en la portería y tan pronto se dio cuenta, el atacante le había robado el balón y tiró cruzado para lograr el 3-2 pese a un último intento de la defensa visitante.

El Estadio Chivas explotó ante la incrédula imagen y error del guardameta. Chivas se repuso de un 2-0 adverso, su peor resultado en un primer tiempo en el torneo, recuperó el liderato, sumó tres puntos y ya ve la liguilla.

Fierro se reivindicó, se visitó de héroe y logró lo que busca todo suplente: demostrar que tiene con qué ser titular.