Leo Beenhakker llegó al América para revolucionar su futbol, un entrenador conocido mundialmente era la esperanza para unas Águilas que no levantaban.

Fue en el año 1994 cuando el holandés arribó a México y tomó las riendas de un equipo que se convertiría en uno de lo más espectaculares.

Los de Coapa contaban con un cuadro de lujo; Adrián Chávez en la portería, en la defensa figuraban nombres como Raúl ‘Potro’ Gutiérrez y Juan Hernández, mientras en el medio campo, Del Olmo, Kalusha, Naranjo y Lara eran de los nombres que más resaltaban.

En la delantera el equipo tenía mucha explosión, comandados por Luis Roberto Alvés ‘Zague’, el camerunés Biyik y un joven que apenas empezaba su carrera: Cuauhtémoc Blanco.

‘Las Águilas Africanas’, como fueron conocidos en esa época, lograron quedar en segundo lugar en la temporada 94-95, solo por debajo de las Chivas.

Para la Liguilla, América eliminó a Puebla (4-2 global) en Cuartos de Final, y se quedó cerca de la Gran Final tras caer con Cruz Azul en Semifinales (2-3 global).

Sin duda alguna, es uno de los equipos más recordados en la historia del futbol mexicano a pesar de no levantar el título de Liga.