Tomás Boy, técnico de Atlas, negó que el festejo tan eufórico que realizó al final del “clásico tapatío” ante Guadalajara haya sido personal en contra de su homólogo Benjamín Galindo, de quien dijo comprender que se sienta frustrado por el paso de su equipo.

“Esto no es un asunto personal y además la derrota… pues puedo entender al entrenador del Guadalajara, a su equipo no le va bien, pues, pero no es personal, yo festejé como festejo siempre. Las derrotas siempre no sacan lo mejor de nosotros”, dijo.

Boy explicó que estaba “eufórico, ya lo repetí, me encanta ganar partidos y en ese momento vi toda la película, ganar partidos, ganar el clásico, estar en segundo lugar después de nueve semanas, seguir combatiendo con los mejores equipos de la liga”.

“No creo que haya tenido oportunidad el equipo Guadalajara, realmente parecía una práctica y puedo entender la frustración del entrenador, pues a su equipo no le va bien, no es personal absolutamente, para nada”, externó.

Asimismo, criticó la hora en que se disputó el partido, las 18:00 horas, al considerar que el sol no ayudó en nada al pegar de manera directa a la zona de bancas.

“Realmente el horario fue criminal, creo que en el estadio Jalisco deberían de cambiar las bancas si quieren jugar a mediodía, la verdad no se veía nada” , acotó.

Finalmente, no pudo ocultar la molestia por la lesión en el muslo derecho que presenta el delantero Omar Bravo, quien se podría perder el inicio de la liguilla, situación que, en parte, fue producto de sus llamados a la selección mexicana.

“La logística de la selección nacional es terrible, yo no puedo entender que a un jugador veterano como él, se le invite a la selección nacional para quedarse en la banca y luego viajar horas y horas, el muchacho viajó 12 horas para llegar a Guadalajara”, expuso.

Así que, consideró que todos esos factores “afectan a un jugador que se ha roto la m… por el equipo, entonces puedo entender que este tipo de cosas deben de estar bien en relación a él”.