Guillermo Álvarez Cuevas ha estado al frente de Cruz Azul durante 32 años, más tiempo que cualquier otro de los 17 presidentes de la Liga MX que actualmente se encuentra en el cargo.

Esta ligado a la Cooperativa desde los 20 años, cuando entró a trabajar y desde entonces ha desempeñado diversos cargos hasta llegar a ocupar la presidencia del equipo.

Asumió el poder en 1988 para suceder a Joel Luis Becerril al frente de la Cooperativa y por ende al club cementero, promovido por la Asamblea General para desempeñar el cargo de director general, puesto que ocupara su padre desde 1953 hasta su muerte en 1976. Fue reelegido en 1998, un año después de la obtención de su único campeonato de liga.

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Su llegada a la presidencia marcó la apertura de la instalaciones deportivas de La Noria, donde actualmente entrena el equipo.

Sin embargo, su gestión ha estado marcada por diversas anomalías extra cancha, así como la obtención de muy pocos éxitos deportivos.

Desde acusaciones del Consejo Administrativo contra promotores que supuestamente manejan los derechos deportivos, descalificación por alineación indebida de jugadores, fichajes que se han caído en el último momento, hasta acusaciones por lavado de dinero, son solos algunas de las situaciones incomodas que ha vivido La Máquina con Billy Álvarez al frente del club.

Mientras que en el ámbito deportivo, tan solo se ha festejado un título de liga, una Concachampions y tres Copas MX en ese lapso, muy poco para un club que acostumbró a su afición a los éxitos que cosechó durante la década de los setentas, acompañada de una constelación de estrellas que se convirtieron en leyendas y de la que hoy solo quedan los recuerdos.